Los familiares de Mercedes Veiga, la percebeira que perdió la vida el pasado miércoles en Oia (Pontevedra) tras ser arrastrada por una ola mientras faenaba, no tienen derecho a recibir una indemnización por su fallecimiento, como el que habrían percibido en 2010. La Xunta anuló hace dos años el seguro colectivo de accidentes para los trabajadores del mar que la Consellería sustituyó con la creación de Polar Seguros Marítimos -agencia que suscribe pólizas a la compañía Mapfre- que deben sufragar los propios trabajadores. Esta medida no cubre varias de las compensaciones que cubría el anterior seguro marítimo, entre las que se encuentran las ayudas económicas a los familiares de los fallecidos en el mar.

Desde que entró en vigor a finales de 2010 la póliza de seguros de Mapfre, a la que tienen acceso la mayoría de los marineros de la comunidad gallega, los familiares de los trabajadores que pierden la vida en el trabajo no tienen derecho a recibir ningún tipo de compensación por parte del Gobierno gallego. Antes de su puesta en funcionamiento, el anterior seguro colectivo de accidentes preveía que los beneficiarios eran el propio asegurado, su viuda o viudo, los padres en el caso de no estar casado o los hijos o herederos legales, a los que concedían ayudas y becas de estudio.

La portavoz de Pesca del BNG, Montse Prado, denunció ayer que los familiares de Mercedes Veiga no vayan a recibir ninguna compensación. La nacionalista criticó además que, de haber sido rescatada, la percebeira probablemente tendría que desembolsar una cantidad de dinero si Salvamento considerase que estaba en una actividad de "riesgo", debido a las políticas de tasas impuestas por Feijóo en la pasada legislatura.

La empresa concesionaria del servicio de Salvamento Marítimo de la Xunta, Inaer, asegura que cumplió de manera "estricta" los procedimientos operativos en la operación de rescate de la percebeira Mercedes Veiga, fallecida la pasada semana en Oia. El operativo de salvamento se retrasó durante al menos 40 minutos, tiempo en el que la fallecida desapareció entre las olas. Inaer, como explicó a FARO a través de una nota, asegura que "el dispositivo fue activado de inmediato en cuanto la tripulación recibió el aviso".

No obstante no había pilotos en la base de Vigo y las guardias no eran presenciales, sino "localizadas". La empresa justifica esta circunstancia -que retrasó el operativo de rescate- "debido a la marcha al extranjero de varios pilotos de la compañía que cubrían el servicio en Galicia". Esta situación no es nueva, como aclara la propia empresa, y las guardias localizadas se vienen prestando desde el 30 de noviembre.

Tal y como explicaron a este diario, Inaer mantendrá este dispositivo de guardias no presenciales hasta el 31 de diciembre "como muy tarde", y "sin menoscabo de una operatividad y seguridad en fiel cumplimiento de la normativa del sector aeronáutico". Su contrato estipula que el tiempo de respuesta no debe sobrepasar los 10 minutos desde que se da el aviso, y cualquier retraso se considera una "falta muy grave".

Pese a todo, y aunque no habrá pilotos de guardia hasta que finalice el mes, la conselleira do Medio Rural y do Mar, Rosa Quintana, no se plantea rescindir el contrato con la compañía. La conselleira explicó que los pilotos se habían "dado de baja", por lo que "se pasó a las guardias localizables".

"Inaer está poniendo todos los recursos técnicos y humanos que están a su alcance, trabajando con pilotos y sindicatos, para encontrar la forma idónea de restablecer el servicio con presencia física lo antes posible", explicó la compañía.