Las expectativas económicas y laborales convirtieron a Galicia la pasada década en un lugar atractivo por primera vez para los extranjeros, que gracias al incremento de los últimos años representa ya el 4% de la población censada. Pero la crisis ha frenado en seco la llegada de inmigrantes y la comunidad ha vuelto a ver cómo cada vez más gente coge las maletas y se marcha en busca de un futuro mejor. Esta nueva emigración, muy distinta a la que en los años 60 y 70 marchaba a Europa sin conocer el idioma y con baja cualificación, no dejó de crecer desde el inicio de la crisis, tanto que si hace cuatro años 5.467 personas dejaron Galicia para probar suerte en otro país, en 2011 la cifra se elevó hasta las 9.375.

Este incremento en un 71,5% de la emigración al extranjero desde el año 2007 se nutre sobre todo de gallegos que ante la falta de oportunidades laborales en la comunidad deciden probar suerte al otro lado de la frontera, pero también de extranjeros o descendientes de emigrantes que tras pasar unos años en Galicia optan por volver a sus lugares de origen. De todos ellos, casi cuatro de cada diez (3.627) procedían de A Coruña, la provincia gallega con más emigrantes. Le sigue Pontevedra, con 3.088 ciudadanos que se marcharon al extranjero, Ourense (con 1.664) y Lugo (con 938).

Pero no todo el que decide hacer las maletas elige como destino otro país. Según los datos de movimientos migratorios del Instituto Galego de Estatística (IGE), el año pasado abandonaron Galicia rumbo a otra comunidad 20.563 personas; 8.369 desde A Coruña, 6.562 desde Pontevedra, 2.878 de Ourense y 2.754 de Lugo.

Sus tres destinos principales fueron, por este orden, Madrid (donde se asentaron 4.633 emigrantes procedentes de Galicia), Cataluña (2.622) y Canarias (2.522). Y aunque el dato es bastante menor que el de 2007 (cuando 22.722 personas se marcharon hacia otros puntos del país) la cifra ha ido en aumento a medida que se agudizaba la crisis y supone un 4,5% más que los gallegos que emigraron a otras comunidades españolas durante el año 2010.

El grueso de esta llamada emigración exterior está integrada por gallegos ya que, según las cifras del IGE, de los 29.880 personas que dejaron Galicia el año pasado 21.160 eran españoles -es decir, el 70,8%- y otros 8.720 extranjeros.

La cifra de gallegos que deciden emigrar a otros puntos del país o al extranjero creció un 5,6% respecto a 2007 aunque si se toma como referencia el año 2010 el éxodo exterior se disparó en un 12,3%.

La llegada de inmigrantes y retornados cae a su nivel más bajo desde 2001

La crisis que anima cada vez a más jóvenes gallegos muy preparados a buscar trabajo lejos de su lugar de origen es también la responsable de que cada vez menos gente quiera venir a Galicia. Tras un periodo de continuos incrementos, la inmigración exterior sufrió en 2008 un frenazo en seco, hasta el punto de que las 13.847 personas que llegaron a Galicia el año pasado desde el extranjero representan la cifra más baja desde 2001. El factor que más ha influido en esta caída es la mala imagen de la economía española en el exterior, que disuade tanto a los gallegos que sopesan el retorno como a ciudadanos de otros países en busca de trabajo. De los 13.847 inmigrantes que recibió Galicia, 10.139 eran extranjeros -la mitad de los 20.597 que llegaron en 2007- y otros 3.708 españoles. Por lugar de procedencia, Europa es donde más se ha notado la caída, tanto de extranjeros como de retornados. De los 9.600 que hicieron las maletas rumbo a Galicia en 2007 se pasó el año pasado a 4.180, es decir, menos de la mitad, un porcentaje que se multiplica en Portugal, de donde emigraron 2.832 personas en 2007 rumbo a Galicia frente a las 967 de 2011. El flujo de extranjeros y retornados desde América también cayó, de 11.386 a 5.508.