El peligro en las aguas del Indico, donde faena una veintena de atuneros españoles o de capital español con más de un centenar de tripulantes gallegos a bordo, aumentará en las próximas semanas y en pocos días la flota pesquera se pondrá en situación de alerta máxima. La razón del mayor peligro de asaltos tiene que ver con la meteorología y se explica por la previsible llegada en pocos días €a finales de este mes de agosto y comienzos de septiembre€ de las calmas propias del monzón. Las aguas tranquilas convierten al Indico en "algo parecido a un lago suizo", en palabras de quienes lo conocen bien y esa circunstancia es la que propicia la salida al mar de las embarcaciones piratas en busca de una pieza €algún barco que secuestrar€ de la que obtener buenos beneficios en forma de millonarios rescates.

"La amenaza nunca desaparece pero con mar en calma la alerta es máxima", asegura un buen conocedor del sector y de los peligros que entraña la faena en un mar infestado de piratas. "Nunca desaparecen y aunque cuando hay mucha mar es más difícil que salgan siempre hay avisos, los rumores son constantes y se dicen muchas cosas", como que ahora los piratas han cambiado un poco su estrategia, de objetivos, que buscan otros barcos, que tienen más y mejores medios y están mejor organizados, que secuestran menos barcos pero piden rescates cada vez mayores... Todo es posible pero "lo cierto es que hay que estar y estamos siempre en guardia", se explica desde la flota.

Los datos que se conocen indican que la actividad de los piratas no se ha detenido y, de hecho, según datos del International Maritime Bureau hay en la actualidad una docena de barcos secuestrados en Somalia y 185 tripulantes retenidos y aún hace unos días fue liberado un buque después de permanecer secuestrado casi dos años. La rentabilidad del negocio parece aconsejar a los bucaneros mantenerse en la actividad ya que se estima que sus ingresos ascienden a una media de cerca de 5 millones de euros por buque capturado, lo que haría ascender su recaudación anual a entre 5.000 y 10.000 millones, según las fuentes que ofrecen el cálculo.

Sea como fuere, la alerta máxima que se prevé para las próximas semanas tendrá en guardia a la flota atunera, que viaja protegida por cuatro agentes de seguridad privada y armada a bordo de cada buque, lo que hasta ahora ha permitido repeler todos los intentos de asalto. El dispositivo de seguridad a bordo se mantiene invariable pese a la decisión del Gobierno español de suspender la ayuda del 25% del coste de la seguridad privada que había decidido el ejecutivo socialista a raíz el secuestro del atunero vasco "Alakrana".

Las comunidades autónomas €País Vasco y Galicia€ aportaban otro 25% del coste de este servicio. El País Vasco ya hizo frente a su compromiso y aportó la ayuda comprometida para el año 2011 a los armadores de los buques con puerto base en su comunidad. Sin embargo, según fuentes del sector, Galicia no actuó igual y aún tiene pendiente el pago al único atunero registrado en la comunidad. Desde la Consellería do Medio Rural e do Mar no se ofreció información alguna a este diario sobre este incumplimiento del compromiso de abonar el 25% del coste de la seguridad privada del barco correspondiente al pasado año. Tampoco desde la empresa afectada se realizaron comentarios sobre este asunto.

Hasta la fecha seis buques con tripulantes gallegos han sido secuestrados por piratas, cinco en Indico:"Albacora Cuatro" (2000), "Playa de Bakio" (2008), "Alakrana" (2009), "Sakoba" (2010), "Vega 5" (2011). Mientras, el "Matheos I", fue secuestrado en 2011, aunque en el Atlántico y fue presa de los piratas que actúan en el golfo de Guinea.