Cuando todavía se mantienen las críticas de la flota pesquera española por las crecientes obligaciones, trámites buroocráticos y gastos a los que les obligan las nuevas normas de control pesquero emanadas de la Unión Europea (UE), ayer la propia Comisión Europea comunicaba un acuerdo con el gobierno español para reforzar los controles sobre las capturas que realizan los buques pesqueros y que es uno de los primeros que se aplican a un país comunitario.

Así, mientras desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), no se ofrecía información sobre la nueva estrategia, la CE daba cuenta desde Bruselas de un plan de acción acordado con las autoridades españolas que se marca como principal objetivo garantizar que los pescadores cumplen con las cuotas asignadas y no se produce una sobrepesca de los recursos marinos.

Así, el acuerdo en la nueva estrategia se produce tras dos años de auditoría del sistema actual y prevé la introducción de mejoras en el sistema de registro de las capturas para "asegurar que la información a los controladores es completa, fiable y actualizada", según indicó el Ejecutivo comunitario.

A tenor de tal plan de acción, los pescadores deben comunicar los datos de capturas para permitir a las autoridades el control de su actividad, supervisar el cumplimiento de las cuotas asignadas y evitar la sobrepesca.

"Un sistema de control robusto es un prerrequisito para la sostenibilidad y mejorar los controles por toda la UE es una alta prioridad para mí", aseguró la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, tras dar a conocer el acuerdo con España.

"Felicito a España por el esfuerzo que han emprendido y espero que otros Estados miembros [de la UE] le sigan. Ya estamos trabajando con ellos con ese objetivo", añadió.

El plan sigue la línea de otras medidas emprendidas este año por el Magrama, como la puesta en marcha del Sistema de Información Pesquera y la creación de un grupo de control técnico.

Bruselas asegura que estas medidas servirán para hacer los controles más eficientes y reducir sus costes y destaca que el Ministerio español seguirá trabajando para crear "una cultura del cumplimiento (de las normas) entre los pescadores".

Damanaki ha afeado en distintas ocasiones a distintos países de la UE su falta de colaboración a la hora de recopilar datos sobre el estado de los caladeros y de informar sobre los controles a la flota, pese a insistir desde Bruselas en la necesidad de contar con toda la información posible para avanzar en el objetivo de una pesca sostenible.