La Comisión Europea (CE) apuesta por un cambio en la gestión de las pesquerías, con el que se abandone el actual sistema de cuotas pesqueras –centrado en el Total Admisible de Capturas (TAC)– y se instaure un nuevo sistema que tenga en cuenta el ecosistema, de forma que se minimice el impacto ambiental. Así lo explicó ayer el responsable de la Dirección General de Investigación e Innovación, Philippe Moguedet, en una rueda de prensa celebrada en Vigo.

Bruselas aboga por dejar atrás el actual sistema de gestión de las pesquerías y dar paso a uno nuevo que minimice el impacto causado por las actividades pesqueras en el medioambiente. Con esto se pretende acabar con los límites máximos de pesca en un tiempo determinado y para cada una de las especies bajo planes de gestión, un sistema que según Moguedet es "no muy bueno". El cambio "necesario" debe estar enfocado al mantenimiento del ecosistema.

"La idea es gestionar la pesquería y el ecosistema marino, para lo que se necesita más conocimiento y más ciencia", afirmó el Director general de Investigación e Innovación. Moguedet apuntó también que resulta necesario definir un "objetivo de gestión" de los caladeros, logrando determinar cuestiones como el nivel de pesca a alcanzar, los posibles daños para el medio ambiente y buscar "un objetivo razonable" en el que participen "desde el principio" los actores involucrados.

Ayer mismo, la Consellería do Medio Rural e do Mar presentó el proyecto Pescal, centrado en la retirada de artes de pesca perdidas y residuos sólidos depositados en las zonas pesqueras e inmediaciones de los espacios portuarios, que ponen en peligro la conservación de los recursos pesqueros y pueden generar un grave impacto ecológico y económico. La primera de las actuaciones del proyecto tendrá lugar el próximo 1 de julio en el puerto de Celeiro, en el concello lucense de Viveiro.