Los sedanes M3 y M4, bautizados ya como Peugeot 301 y Citroën C-Élysée, permitirán a la planta viguesa de PSA Peugeot Citroën crear 200 nuevos puestos de trabajo el próximo otoño. Se trata de la primera vez desde 2009, año en el que se suprimió parte del turno de noche, que el centro de Balaídos logra generar empleo neto por necesidades de producción y podría suponer un punto de inflexión para la industria viguesa de la automoción desde el estallido de esta crisis.

Con esas 200 contrataciones, para las que ya ha comenzado la selección de personal (en la que tienen preferencia todos aquellos que hayan trabajado en PSA-Vigo y que perdiesen su empleo por la crisis), la fábrica dejará atrás su particular travesía del desierto, que en los dos últimos años ha obligado a recortar personal eventual y a aplicar un expediente de regulación de empleo a toda la plantilla, que a finales de abril sumaba 6.491 personas (lejos de cifras de 2007).

La razón de esta mejoría no es otra que el lanzamiento de los nuevos sedanes compactos del consorcio galo, el Peugeot 301 y el Citroën C-Élysée (presentado el pasado miércoles), que forman parte de una nueva entrada de gama dentro de PSA, denominada "vehículos de conquista" para los mercados de rápido crecimiento, y cuya producción en serie comenzará el próximo otoño en el Sistema 1 del centro, compartiendo espacio con el Berlingo-Partner.

Las nuevas necesidades productivas provocarán que la cadencia en esta línea de producción pase de 47 coches por hora a 55, subida que se traducirá en esos 200 puestos de empleo, que no serán los últimos si se cumplen las expectativas de actividad de la factoría. Balaídos confía en volver a niveles de producción previos a la crisis (en torno al medio millón de vehículos al año) con este lanzamiento y los que vendrán a continuación: la versión eléctrica de los comerciales Berlingo y Partner y otro monovolumen (proyecto llamado B78).

Los sindicatos confían en que esta nueva carga de trabajo reactive el empleo en todo el sector, cuyo último lanzamiento se remonta a principios de 2008 (Berlingo-Partner). Según cálculos sindicales, solo esos 200 nuevos contratos en PSA-Vigo supondrán la entrada de otros 600 trabajadores en el parque de proveedores del centro en Galicia y el norte de Portugal (por cada empleo en el constructor hay tres en la industria de componentes y las auxiliares).

Pese a las dificultades actuales de la industria del automóvil en Europa (con un desplome generalizado de las ventas en el primer semestre del año), el sector se muestra confiado en el futuro inmediato en Galicia debido a los nuevos lanzamientos de PSA-Vigo, sobre todo de los dos sedanes compactos, vehículos que no sustituyen a ningún modelo en producción (Berlingo-Partner y C4 Picasso), y por tanto, suponen carga de trabajo a mayores.

Proyecto global

El Peugeot 301 y el Citroën C-Élysée son parte central de la estrategia del grupo por reducir su dependencia de Europa y "conquistar" los mercados de rápido crecimiento, y suponen un hito dentro de la historia de la multinacional francesa, ya que por primera vez una planta en Europa occidental ha sido capaz de lanzar un proyecto competitivo en costes para países emergentes. Esto ha sido posible gracias a la implicación directa en el proyecto del panel de proveedores desde el primer momento y al esfuerzo de la plantilla, que ha hecho un esfuerzo en materia de flexibilidad ("Para conquistar el mundo, lo mejor de nosotros: M3-M4", reza la cartelería del interior de la factoría).

Los probadores del centro ya comenzaron a probar en las carreteras gallegas los nuevos sedanes, de los que se están fabricando unas treinta unidades diarias (en lotes). Para este año, la previsión es que salgan de Balaídos unos 19.000 sedanes, aunque en una fase avanzada estos alcanzarán los 150.000.

Los eléctricos y el monovolumen inician las pruebas a final de año

El programa de lanzamientos del centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën se completará a finales de año y principios de 2013 con la versión eléctrica de los comerciales Berlingo y Partner y un nuevo monovolumen, cuyo código industrial es B78, y del que habrá por lo menos dos versiones, de cinco y siete plazas.

El primero de los proyectos se está desarrollando en colaboración con el gigante japonés Mitsubishi (hay personal del grupo nipón trabajando en Balaídos) y se traducirá en el primer vehículo eléctrico de nueva generación producido en serie en una planta de PSA (con anterioridad Balaídos había ensamblado furgonetas eléctricas, incluso C15).

Los primeros B78, por su parte, entrarán en línea en fase de pruebas –preseries– el próximo otoño (el propio patrón de Balaídos había confirmado una diferencia de apenas seis meses con los M3-M4), por lo que la producción en serie no llegará hasta bien entrada la primavera. Este proyecto tiene una gran trascendencia ya que permitirá reequilibrar la producción entre los sistemas del centro vigués.

De lo poco que ha trascendido del modelo, contará al menos con dos versiones, de cinco y siete plazas (como el C4 Picasso), aunque no se descarta que Citroën decida finalmente sumar una tercera versión, de la gama DS. Las primeras unidades del proyecto ya se están montando en el búnker de Balaídos.

Inversión

En total, el grupo francés ha invertido en estos tres lanzamientos 1.162 millones de euros (1.062 millones en los M3-M4 y B78, y alrededor de 100 millones en el B9 eléctrico). El incremento de la producción en PSA-Vigo será clave para la recuperación de las exportaciones y de la economía en general de la provincia y la comunidad.