La próxima semana quedará definida la futura estructura en Europa de los grupos automovilísticos General Motors (Opel) y PSA Peugeot Citroën, que ya habían trasladado la necesidad de reducir su capacidad de producción en la UE con independencia de la alianza establecida entre ambos fabricantes a principios de año. Dos plantas, una de Opel en Alemania (Bochum) y otra de PSA a las afueras de París (Aulnay-sous-Bois), están entre las principales candidatas para poner fin a su actividad, aunque podría haber cambios. Opel también informó ayer de que anunciará un acuerdo con la filial de logística y transportes de PSA, Gefco, para utilizar sus servicios.

El día elegido es el 28 de junio, según relevó ayer el consejero delegado de Opel, Karl-Friedrich Stracke, durante un evento del sector de automoción celebrado en Montecarlo. Ese jueves, el consejo de supervisión de la filial de GM en Europa recibirá el plan de reestructuración de la multinacional que incluirá, según señalan varias fuentes, el cese de la actividad en la factoría alemana de Bochum, con 3.100 trabajadores en el oeste del país. Los responsables de Opel estarían negociando el cierre de estas instalaciones a cambio de garantías de empleo en el resto de fábricas germanas hasta 2016.

En el caso de PSA, el centro con menos probabilidades de seguir abierto es el de Aulnay-sous-Bois, en las afueras de París, donde se ensambla el Citroën C3. Los sindicatos con representación en esta planta llevan meses alertando del peligro de cierre y el traslado de la producción a otras plantas en mejor situación, como la de Poissy. De acuerdo con el alcalde de la localidad francesa donde está ubicada la planta, el grupo podría confirmar su cierre definitivo (se especula con 2014) el lunes 25.

No obstante, fuentes sindicales avisan de que otras plantas podrían correr la misma suerte, tanto en PSA como en Opel. La alianza prevé sacar al mercado los primeros vehículos compartidos en 2016, pero ya antes habrá colaboraciones e intercambio de modelos entre plantas. El consejero delegado de la marca alemana señaló en esta línea que en julio también anunciará un plan de colaboración con la filial de logística de PSA, Gefco.

La plantilla de Gefco, compuesta por unos 9.400 trabajadores (4.600 en Francia), vive con inquietud el actual proceso de venta de la firma por parte de PSA dentro de su plan de desinversión de activos para ganar liquidez. Ocho empresas (la mayoría fondos de capital riesgo) se han interesado por la compañía, cuyo proceso de venta se prevé esté concluido a finales de julio o principios de septiembre.

La filial de coches híbridos con BMW, en riesgo

La alianza entre PSA Peugeot Citroën y la norteamericana General Motors (GM) ha puesto en riesgo la joint venture creada en marzo de 2011 por el fabricante francés y el grupo alemán BMW para el desarrollo de vehículos híbridos y tecnología asociada, según alertó ayer la prensa gala. Un portavoz de comunicación de BMW admitió que la alianza franco-americana ha cambiado "las condiciones" de la sociedad BMW Peugeot Citroën Electrification, en la que estaba previsto que se invirtiesen 100 millones de euros. Por condiciones, la multinacional alemana se refiere a un cambio en el reparto accionarial de la filial, de la que cada grupo tiene el 50%.

Entre las hipótesis que se barajan, la que más posibilidades tiene es que BMW se haga con la mayoría del capital, según la prensa francesa. BMW Peugeot Citroën Electrification surgió por la apuesta de ambos fabricantes por los automóviles híbridos. La firma contaba con dos instalaciones, una ubicada en las inmediaciones de Munich y la segunda, en la planta de PSA-Mulhouse. Los primeros productos fruto de la joint venture estaban previstos en 2014.