No hay vuelta atrás. HB Fuller, el grupo norteamericano propietario de la planta de adhesivos de Forbo en Mos, trasladó ayer al comité de empresa que el cierre de la factoría es definitivo y que será el bufete de abogados Cuatrecasas el encargado de gestionar todo el proceso, que afecta a más de sesenta trabajadores. La multinacional trasladará su producción a Portugal, como avanzó FARO, y ofrecerá un servicio de colocación a la plantilla para que pueda encontrar trabajo en otras empresas, según dijo ayer el presidente del comité.

Las negociaciones entre los representantes de los trabajadores y el grupo estadounidense comenzaron esta semana con la presentación del equipo legal que llevará a cabo los trámites para el cierre definitivo del centro de adhesivos el próximo mes de febrero. El comité solicitó a HB Fuller información sobre la situación económica de la planta de Mos, aunque desde la firma se recalcó que el cierre no se debe a causas económicas, sino de reorganización y supresión de duplicidades tras la compra de Forbo por parte de HB Fuller.

El presidente del comité, Javier Álvarez, explicó que la empresa no ahondó todavía en los detalles del cierre (expediente de extinción, indemnizaciones, etc.) ni en si parte de la plantilla pudiese ser recolocada en la fábrica que HB Fuller tiene en el norte de Portugal (Mindelo, Vila do Conde), que será la que asuma la producción de Mos y que se convertirá también en el centro de atención al cliente del consorcio norteamericano en la UE.

El gigante norteamericano oficializó la compra de la división de adhesivos de Forbo el pasado marzo, y la semana pasada comunicó a tres fábricas europeas (Mos, Chatteris y Pirmasens) su cierre para evitar duplicidades. Antes se lo había anunciado a los centros de Borgolavezzaro (Italia) y Wels (Austria), así como a otras seis plantas de Forbo en Estados Unidos. La de Mos es la única planta de Forbo que trabaja para la industria del automóvil.