Barreras ya ve la luz a final del túnel. El mayor astillero privado de España está más cerca de superar la suspensión de pagos que arrastra desde julio del año pasado tras lograr ayer el plácet de la mayoría de sus acreedores al nuevo plan de viabilidad de la empresa. La junta de acreedores aprobó por unanimidad en una reunión celebrada en la Cámara de Comercio aceptar una quita del 80% sobre la deuda contraída con un plazo de devolución de cuatro años, lo que despeja el futuro del astillero y podría hacer posible que Barreras superase ya el concurso a finales de julio o principios de septiembre.

"Las empresas están dispuestas a hacer un enorme esfuerzo porque apuestan por la continuidad del astillero, pese a que su plan de viabilidad deja que desear", matizó ayer el abogado representante de la plataforma de acreedores, Carlos Pérez Bouzada. De hecho, el apoyo a la propuesta de convenio de Barreras estará condicionado a que ese "esfuerzo" que se exige a la industria auxiliar tenga su correspondencia en las otras partes implicadas en el proceso concursal de la compañía: Xunta, Concello de Vigo y trabajadores.

Respecto a la Xunta, los acreedores esperan que la Consellería de Economía e Industria, bien a través del Igape o de alguna de las sociedades de capital riesgo de que dispone (como XesGalicia), dé respaldo económico al plan de viabilidad del astillero, que proyecta una ampliación de capital y la entrada de al menos dos nuevos socios en el accionariado una vez se supere el proceso concursal. Bouzada afirmó que la plataforma desconoce en "qué términos" puede apoyar la Consellería al astillero, pero reconoció que sin este respaldo difícilmente podrá salir adelante.

Los acreedores también ven necesario que Barreras aclare con el Concello de Vigo la posible recalificación de los terrenos ociosos del astillero, uno de los pilares de su plan de negocio para ganar liquidez y poder hacer frente a los pagos de la deuda en los próximos años. En este punto, los accionistas del astillero (que ayer por la mañana se reunieron de nuevo en Vigo) barajan ahora dos posibilidades: la venta directa de esos terrenos y el destino de los fondos a la reducción de la deuda ordinaria pendiente de pago; o su urbanización con destino a fines comerciales mediante el aprovechamiento en régimen de alquiler (para lo que ya habría empresas interesadas en arrendamientos a veinte años). "El Concello tiene que manifestarse a este respecto", afirmó Pérez Bouzada.

La última condición –pero no menos importante– de los acreedores es la conformidad con los planes del astillero de la parte social, es decir, la plantilla. Los accionistas de Barreras mantienen la necesidad de reducir los 135 puestos de empleo a 80, así como aplicar rebajas salariales proporcionales al cargo de hasta un 80% en el caso de los altos directivos para garantizar la viabilidad de la empresa en los próximos años, lo que en su día provocó un rechazo frontal por parte de la plantilla y los sindicales.

Cumplidos esos compromisos, los acreedores aceptan perdonar el 80% de la deuda al astillero y cobrar el 20% en un plazo de cuatro años (la propuesta inicial incluía una quita del 95% y un periodo de devolución de quince años), lo que, a juicio del portavoz de la plataforma, "es un acto de fe", ya que el plan de viabilidad de Barreras no es claro en cuanto a la carga de trabajo (los accionistas barajan tres buques por año, pero no especifican qué tipo de buques serán). El principal contrato al que aspiraba, de dos atuneros para la vasca Albacora, fue adjudicado al final a Armón Gijón, aunque los propietarios aseguran que hay otras negociaciones avanzadas.

Deuda consolidada

La deuda consolidada del astillero quedará definida antes de diez días, una vez se celebre mañana el juicio del último incidente concursal (de la firma Wärtsilä, que no está de acuerdo con la cifra que le atribuye Barreras), aunque los acreedores calculan que rondará los 75 millones de euros. Una vez el juez dicte sentencia, los administradores concursales enviarán su informe definitivo y se abre el plazo para convocar la junta de acreedores. Si se aceleran los trámites, la plataforma cree que está se pueda celebrar a finales de julio o principios de septiembre.

El principal impulsor del plan de viabilidad de Barreras y uno de los máximos accionistas, José García Costas, había adelantado el sábado que ayer sería un día grande para el astillero, ya que además de la reunión de la junta de acreedores también estaba previsto un encuentro con Hacienda clave para el futuro del astillero. Esta empresa llegó a emplear a la vez a más de 2.500 personas en sus instalaciones.

Industria apoyará al astillero pero no entrará en su capital

Respaldo sí, entrada en el accionariado, no. El conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, recalcó ayer en Vigo que la Xunta no entrará en el capital de Barreras, al igual que no lo hace en otras empresas, pero recalcó que el Ejecutivo autonómico "está para apoyar". Guerra afirmó que tomará una decisión sobre un posible respaldo económico al astillero cuando "todas las partes estén encajadas", en referencia al posible apoyo de acreedores y trabajadores al plan de viabilidad.

El conselleiro recordó que existen instrumentos de respaldo como pueden ser créditos o préstamos, cuya cuantía estaría "por concretar". Así, afirmó que antes de que la Xunta realice un posicionamiento definitivo, quiere conocer "de primera mano" la opinión que los acreedores y la plantilla. También afirmó que espera conocer otros "detalles" del plan del astillero, como los vinculados a la recalificación de los terrenos, una cuestión que no depende de la Administración gallega.