Mañana es un día vital para el futuro del mayor astillero privado de España, Hijos de J. Barreras, actualmente en situación concursal. Tras una cita con la Agencia Tributaria, la administración de la empresa somete su propuesta de convenio a la junta de acreedores. El plan pasa, como avanzó ayer FARO, por fijar una quita del 80% en las deudas de la empresa y la reducción del plan de pagos de 15 a cuatro años (48 meses). Sobre esta base, y amparadas por una cautela máxima, las palabras de José García Costas (del grupo Emenasa) denotan cierto optimismo. Por ahora el empresario garantiza la entrada de dos nuevos socios en el capital del astillero y el respaldo de la Xunta: "La entrada de los socios no va a ser el problema". En todo caso, lo "primordial" es cerrar el capítulo del proceso concursal.

A preguntas de este diario, García Costas confirmó la información de FARO respecto a los cambios en el accionariado de la empresa. "Claro que habrá reducción a cero, claro que habrá ampliación de capital y claro que está la Xunta", respondió. El método escogido, una vez se salga de concurso, es lo que se conoce como operación acordeón, y que implica la reducción a cero de capital para, simultáneamente, fijar una ampliación que dé forma a la estructura societaria de la compañía. El plan de viabilidad que acompaña al convenio de acreedores fija que esa ampliación será de seis millones. Dos nuevos inversores entrarán en el proyecto.

Tanto García Costas como el presidente de la patronal de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño, negaron que Barreras haya pedido más de nueve millones de euros al Gobierno gallego, y desmintieron una información publicada en este sentido por un medio editado en A Coruña.

Espaldarazo de la Xunta

En cuanto al apoyo de la Xunta, éste se presume primordial para salvar al astillero. La empresa propondrá al Gobierno gallego que suscriba ocho de cada diez nuevas acciones por un valor nominal que, en todo caso, se fijará en su momento toda vez el plan de viabilidad presentado a los acreedores es un borrador. Eso sí, García Costas refrendó de manera reiterada el apoyo de la Xunta al proyecto y, especialmente, del conselleiro Javier Guerra. "Es quien tiene conocimiento de todos los documentos de Barreras", avanzó García Costas. Guerra es partícipe, por tanto, de la petición de Barreras sobre la ampliación de capital.

El plan de viabilidad que desgranó ayer FARO es una corrección del que se había diseñado en febrero. "El sector naval es muy cambiante", sostuvo el presidente de Emenasa, y mencionó la polémica del tax lease como uno de los factores más determinantes para Barreras. Preguntado por la propuesta española, García Costas considera que el nuevo tax lease permite un "optimismo lógico". "Es magnífico, ojalá sirva de base para la implantación de un nuevo sistema", indicó.

A este respecto, se refirió a la construcción de atuneros, que se presuponía como la palanca que podría favorecer la salida de Barreras de concurso y que finalmente se harán en Asturias. "Habría sido una irresponsabilidad contratar buques por debajo de precio de coste, habríamos hecho un flaco favor a Barreras", sostuvo García Costas.

Al margen de la probable aprobación del convenio de acreedores, está pendiente aún la consolidación de saldos para cerrar el capítulo concursal.

Costas: "Soy un soñador, creo que Vigo merece que el astillero funcione a pleno rendimiento"

José García Costas compareció acompañado por el presidente de la patronal de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño. El líder de la CEP puso en valor el trabajo del empresario vigués, que ha "tirado" de la empresa en los últimos meses. "Quien lleva este tema [por el convenio y el plan de viabilidad] es la masa societaria y la consellería", y rechazó "informaciones malintencionadas que amenazan el futuro" del mayor astillero privado de España.

García Costas quiso destacar el papel del –hasta ahora– desconocido Juan González, analista y economista del astillero que "lleva años trabajando en la sombra y quería transmitirle mi agradecimiento". El máximo accionista de Barreras reconoció que el proceso concursal ha sido "muy duro" y que la sociedad estuvo a punto de liquidarse "hace quince días".

"Echo de menos que esto no me haya cogido con veinte años menos", confesó el empresario: "Empecé muy joven a trabajar, iba al astillero de Barreras siendo apenas un adolescente". José García Costas es, además de máximo accionista, tercer acreedor en magnitud del concurso de acreedores. Es la primera vez que cambia de rol y se sitúa no solo en el papel de acreedor, sino del socio de una firma en proceso concursal. "Siempre estuve en concursos pero del otro lado".

"Soy un soñador, creo que Vigo merece tener a Hijos de J. Barreras funcionando a pleno rendimiento", agregó.