El acuerdo adoptado por el Eurogrupo para recapitalizar la banca española ha sido acogido con reticencias por parte de los principales partidos de la oposición, no así por la patronal bancaria o algunos analistas y asociaciones de consumidores que creen que disipará las incertidumbres en torno al sector.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha insistido en que España ha sido rescatada, se emplee la palabra que se emplee, y ha negado que haya sido "una lotería" o que hayan llegado "los reyes magos", al tiempo que ha advertido de que si no va acompañado de medidas de estímulo no tendrá efecto.

Para el portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, hubiese sido mejor no haber tenido que recurrir al "rescate" bancario aunque se ha mostrado satisfecho por la fórmula acordada para sanear el sistema financiero, ya que alejará a España "de la cúspide del peligro constante".

Más crítico se ha mostrado el diputado de IU, Gaspar Llamazares, quien ha calificado la medida como una intervención y una "gran mentira" que traerá condiciones duras que van a repercutir en el déficit y en la deuda del país.

Desde UPyD, su dirigente, Rosa Díez, ha acusado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de mentir a la hora de informar del plan de ayuda y ha insistido en que debe comparecer de forma "inmediata" en el Congreso para aclarar el alcance del préstamo.

El líder del PNV, Iñigo Urkullu, ha aprovechado para pedirle a Rajoy que tenga en cuenta ahora a su partido y a CIU "en la necesidad de un pacto de Estado" mientras que el candidato a la presidencia de la Xunta Francisco Jorquera ha señalado que el "rescate" es un "saqueo" al pueblo.

Desde los sindicatos, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha subrayado que la consecuencia de la petición de ayuda es el endeudamiento de la sociedad, mientras que desde Comfia-CCOO exigen garantías de empleo en los procesos de reestructuración y transparencia para explicar las consecuencias del proceso.

Desde el sector financiero, la Asociación Española de Banca (AEB) ha aplaudido el acuerdo del Eurogrupo ya que considera que elimina la incertidumbre sobre la financiación del coste de reestructurar las entidades no viables y porque asume el criterio del FMI al considerar que el 70 % del sistema financiero español es "sólido".

El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, critica que en un sólo día se haya aumentado la deuda pública contingente el 10 % del PIB y advierte de que la primera consecuencia serán bajadas de "rating", lo que podría complicar más el acceso a la financiación.

El analista de Renta 4 David González considera que la medida llega tarde pero es positiva y espera que relaje el mercado de deuda y las caídas en la bolsa. Sin embargo, cree que las entidades que necesiten ayuda deberán cambiar, entre otras, su política retributiva.

Desde las asociaciones de consumidores de banca hay posiciones contrapuestas. Para el presidente de la asociación de consumidores y usuarios (Adicae), Manuel Pardos, lo sucedido es la "crónica de una muerte anunciada" que puede provocar que los clientes paguen los "platos rotos" mediante comisiones o servicios abusivos.

Para el de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda, el compromiso de ayuda sienta las bases de una nueva Europa y en las próximas semanas pueda verse una mayor fluidez crediticia.

El socio director de Cremades&Calvo Sotelo Javier Cremades, que asesora a los minoritarios de Aemec, cree que el acuerdo es una apuesta por el euro y recupera la confianza de los mercados.