El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, ha advertido de que las ayudas de la Unión Europea a Grecia podrían quedar en suspenso en el caso de que ese país suspenda el proceso de reformas e incumpla los compromisos adquiridos.

"Si un nuevo gobierno (griego) suspende unilateralmente los acuerdos no podrán continuar dándose nuevas ayudas", señala Westerwelle en declaraciones que publica hoy el rotativo "Die Welt", en las que, pese a todo, espera que los partidos proeuropeos lleguen finalmente a un acuerdo de coalición en Atenas.

El jefe de la diplomacia alemana comenta que "deseamos que Grecia lo consiga. Es por eso que ayudamos. Pero los griegos deben a cambio cumplir con sus compromisos de reformas".

En parecidos términos se expresan otro destacados políticos alemanes como el líder del grupo parlamentario cristianodemócrata (CDU), Volker Kauder, quien advierte igualmente de que "la condiciones para seguir ayudando son claras y no negociables" en una entrevista con el semanario "Focus".

En la misma revista, el presidente de la Confederación de la Banca Alemana, Andreas Schmitz, se muestra, sin embargo, contrario a que Grecia abandone la Eurozona como exigen algunos políticos si Atenas no resuelve su actual crisis institucional.

Aunque "Grecia constituye un caso excepcional", su salida del euro traería consigo el peligro de que los inversores teman el contagio a otros países y hagan subir de forma desmedida los intereses para los créditos, señala Schmitz.

Es dudoso que "los mercados financieros internacionales sepan valorar lo suficientemente de manera diferenciada la situación en el caso de una salida de Grecia del euro", comenta el jefe de la patronal bancaria alemana.