El Grupo Coren reciclará las granjas de gallinas ponedoras para producción de huevos, que no cumplan la nueva normativa europea de bienestar animal, que exige complejas y costosas medidas de ampliación y adaptación de las jaulas, y se dedicará en exclusiva a la producción de huevo campero de mayor calidad, y producido por gallinas que viven en libertad.

Según Emilio Rial, director adjunto del Grupo Coren "no vamos a cerrar ninguna granja, sino que abriremos y crearemos más puestos de trabajo para dotar nuevas granjas de gallinas de producción de huevos camperos, es decir criadas sin jaulas y respetando a rajatabla, como es nuestra norma el bienestar de los animales".

Coren lleva años de apuesta progresiva por este tipo de producción y la normativa europea no le ha pillado desprevenido a este fuerte grupo empresarial, que empezó hace décadas su apuesta por la producción de huevos camperos, es decir sin jaulas, y cuenta ya con 250.000 gallinas que re producen 250.000 huevos al día, y que viven tanto en la granja, como en los espacios exteriores que lo rodean en total libertad.

Las escasas granjas que no reúnen las condiciones para ser readaptadas para la producción de huevo campero, -Coren no aporta el número pero afirma que "son muy pocas,"- se destinarán a otros usos, como la producción de pollo o pavo, también en libertad, pero ni se crearán granjas ni se perderán empleos" advierte Emilio Rial.

La directiva europea de bienestar animal que entró en vigor a 1 de enero de 2012 impone el uso de la llamada "jaula enriquecida, que exige un espacio de 750 centímetros cuadrados por gallina, frente a los 570 centímetros de las jaulas actuales, dicta para cada jaula individual un baño de arena para que pueda escarbar, un columpio, un aseladero para que se lime las uñas, y chapas opacas para que no vea a las gallinas de al lado y no se estresen.

Según la Asociación de Productores de Huevos de España (ASEPRHU), adaptar una de las granjas actuales con una media de 100.000 gallinas, a la nueva normativa, supone un coste de unos 600.000 euros por granja "por eso tememos que puede haber hasta un 40% de pequeños productores en España que no tiene capacidad para adaptarse a esta alto costo", explican fuentes oficiales de la asociación.

Pero además al ampliar el tamaño de las jaulas, para adaptarlo a la nueva normativa, las granjas pierden alrededor de un 20 por ciento de sus gallinas ponedoras, lo que, que según ASEPRHU supone eliminar hasta 20.000 gallinas ponedoras en el caso de las granjas de mayor tamaño.

Coren, con una producción anual de 170 millones de huevos se ha ido adaptando desde hace años a las posibles exigencias de la normativa comunitaria" y hace tiempo que tenemos la mayoría de la producción de huevos camperos, y no en granjas convencionales" explica el directivo del grupo ourensano.

Además el tiempo de adaptación a la normativa remata el 30 de junio, y mientras tanto las granjas de Coren que aún no han sido recicladas a otro uso, , están produciendo huevo líquido, es decir, "huevo sin casca" puntualiza la empresa, un derivado que es utilizado especialmente para la industria pastelería y hostelería.