La multinacional viguesa Pescanova ha realizado un ingente esfuerzo inversor en los últimos años y ahora es momento de ver los resultados para seguir creciendo. Por eso, y dada la actual situación económica, la compañía mantendrá un plan de negocio que apuesta por realizar únicamente inversiones de reposición. La nueva normativa en materia acuícola de la Xunta de Galicia, que facilita legal y ambientalmente la instalación de factorías, no mudará la hoja de ruta de Pescanova. Así lo aseguró ayer el presidente de la firma, Manuel Fernández de Sousa, tras la junta general de accionistas celebrada en Chapela. "Estamos de acuerdo", aseveró en relación a la nueva política acuícola gallega, "pero la situación actual no alienta a una inversión". Fernández incidió: "Ahora que ya pasó, pues pasó" .

A este respecto, y preguntado por los periodistas sobre la macroplanta instalada en Mira (Portugal), el directivo reconoció estar "muy contento". Hasta allí marchó Pescanova ante la imposibilidad de instalar esta planta en Galicia. "Estamos contentos de haber apostado por Portugal y de haberlo hecho en su momento. Fue un acierto", apostilló.

En cuanto a la posible venta de algunos activos –barcos y factorías – por valor de algo más de 50 millones de euros, Manuel Fernández restó importancia a esta noticia ya que se trata de un volumen de activos "muy pequeño". En todo caso, señaló a FARO, son activos sujetos a una eventual desinversión. "No salimos de la pesca, y seguirá siendo así", señaló.

Cuentas anuales

La junta de accionistas de Pescanova aprobó por unanimidad las cuentas anuales y dio el visto bueno a un dividendo de 0,55 euros por acción. La compañía repartirá cerca de 10,7 millones de euros a sus accionistas a partir del 30 de este mes. Pescanova amplía así la retribución de sus accionistas en 0,05 euros por título. a costa de una menor dotación de las reservas voluntarias. La junta aprobó también la reelección de Anabel Barreras como miembro del consejo.

La acuicultura

La comparecencia de Manuel Fernández hizo hincapié en la estrategia de largo recorrido de la compañía. Los datos facilitados a los inversores se retrotraen a 2004, fecha en que Pescanova inició su "estrategia de diversificación de riesgos" hacia la acuicultura. Diez años después, y si se cumplen las previsiones oficiales, la pesca tradicional y la acuícola generarán el mismo Ebitda (resultados antes de impuestos o amortizaciones).

"Es un diferencial estratégico", apuntó sobre el posicionamiento en origen de la multinacional, tanto en acuicultura como en pesca tradicional. "Lo que interesa es el producto, no cómo lo haces", señaló. Sólo en acuicultura Pescanova prevé facturar en 2012 hasta 600 millones de euros, la mitad de lo que facturó este año la división de pesca tradicional. Los cálculos de Manuel Fernández cifran en 90 los millones de Ebitda que generará la actividad en las plantas acuícolas, el doble que en 2010. "La acuicultura es lo que hace crecer" el beneficio antes de impuestos, reconoció.

De las diez principales compañías del mundo, competidoras de Pescanova, sólo la gallega –en el puesto cuatro– tiene una estrategia de negocio anclada en la pesca en origen y la acuicultura con vistas a que ambas confluyan a medio plazo.

Pescanova producirá hasta 8.000 toneladas de rodaballo a cierre de 2012 y duplicará las de salmón y langostinos, con hasta 50.000 toneladas más. " Tenemos diversificación: más de un país por especie, más de una especie por país", resumió.

Los piratas

Preguntado por la piratería en el Índico, Fernández atribuyó el incidente del Vega 5 a la "mala suerte" por las corrientes del canal de Mozambique. "No quiero pensar en cómo está la piratería", señaló. Con soldados a bordo y medidas de seguridad como las ciudadelas, el presidente de la multinacional valoró las medidas de seguridad. "Si no estuviéramos seguros no estábamos allí".

Fernández de Sousa también destacó la consecución de los planes de captación de capital. "Nosotros hemos salido al mercado y hemos colocado –por la deuda –, y otros no", dijo. "El inversor quiere crecimiento", en alusión a las dificultades que tiene España para captar financiación en los mercados.