El PP, el PSOE y CiU han coincidido en rechazar este martes en el Pleno del Congreso la propuesta de UPyD, apoyada por IU-ICV-CHA, de poner límites a las pensiones de las que disfrutan los expresidentes del Gobierno y hacerlas incompatibles con honorarios privados.

La iniciativa fue defendida por el portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, quien considera "de ética política" acabar con estos "privilegios" de "casta política" e imponer "el principio de igualdad ante la ley", empezando por los presidentes del Gobierno, que tienen especial "ejemplaridad".

Los exinquilinos de la Moncloa tienen asignados unos 15.000 euros anuales para gastos de oficina, atenciones de carácter social y alquileres de inmuebles y, desde 2008 pueden convertirse en consejeros natos y vitalicios del Consejo de Estado y cobrar por ello.

Cuatro beneficiarios

Además, Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar, perciben, como lo hará a partir del próximo ejercicio José Luis Rodríguez Zapatero, una pensión de alrededor de 80.000 euros al año cada uno que pueden compatibilizar con los ingresos y rendimientos que obtengan como consejeros o asesores de empresas privadas u otros derechos de contenido patrimonial.

La propuesta de UPyD, planteada la pasada legislatura por Rosa Díez, busca limitar en el tiempo las prerrogativas de los exmandatarios y hacer incompatible el cobro de su pensión pública con retribuciones procedentes de la empresa privada, como ahora ocurre con Felipe González y José María Aznar, 'fichados' respectivamente por Gas Natural y Endesa con sueldos superiores a los 130.000 euros anuales.

Para Martínez Gorriarán, el problema no es la cuantía de esa partida presupuestaria, aunque cree que "no es poco" teniendo en cuenta que a lo largo de los años se ha ido extendiendo a expresidentes autonómicos, exministros o exconsejeros.

La iniciativa contó con el respaldo de Esquerra Republicana, Compromís y de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), cuyo portavoz, José Luis Centella, que hizo especial hincapié en las incompatuibilidad argumentando que los expresidentes, como "los jarrones chinos", deben ser "cuidados y mimados" en casa, pero no ponerse la venta al mejor postor.