Casi tres años después de que anulara el programa de acuicultura del bipartito, la Xunta del PP tiene listo su propio diseño y en una semana aprobará el plan director que desbloqueará la actividad del sector y permitirá ya a los promotores presentar sus proyectos para ocupar el litoral gallego con nuevas piscifactorías. Pocos detalles se conocen todavía sobre la planificación del Gobierno de Feijóo, pero sí que el Ejecutivo podrá "tutelar" ya desde la fase de borrador cada proyecto empresarial para ir corrigiéndolo, y que exigirá, a modo de "autoimposición", la integración en el paisaje de las nuevas instalaciones, controlando para ellos los materiales de construcción, el volumen de la obra y hasta el color.

El Consello de la Xunta aprobó ayer la Estrategia Galega de Acuicultura, un documento que establece las líneas generales del sector y el desarrollo normativo hasta el año 2030, pero será en la reunión del próximo jueves cuando se dé luz verde al plan director, que fija las zonas concretas donde se podrán instalar las piscifactorías y los requisitos y condiciones que deben reunir para asentarse en un litoral dividido en tres tipos de zonas según el nivel de protección. Incluso las nuevas plantas se podrán construir en áreas de la Red Natura, siempre que los promotores respeten las exigencias medioambientales.

En cuanto se apruebe el plan director, tal como aseguró el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, las empresas ya podrán presentar sus proyectos y solicitar las zonas en las que pretenden implantarse.

Por el momento, el Gobierno gallego desconoce cuántos promotores están interesados en construir piscifactorías en el litoral, pero lo que sí tiene claro es que no desaprovechará ninguna iniciativa ni provocará su deslocalización, en contra del criterio mantenido en su día por el bipartito, como destacó Feijóo, al bloquear la planta de Pescanova en Touriñán que finalmente levantó, como alternativa, en Portugal.

El presidente aseguró que la Xunta podrá "tutelar" desde el principio cada proyecto, incluso en su fase de borrador, "para ayudar a cumplir las condiciones medioambientales" y que será "muy meticulosa" con la integración paisajística "para no amenazar la belleza del litoral gallego". Así, serán muy exigentes como el tamaño, las formas, los materiales y hasta el color utilizado en las nuevas plantas, una de las cuales ya podrían iniciarse este año, en Muros, porque ya se encuentra en fase de tramitación.