La prima de riesgo española ha batido este lunes un nuevo récord desde la creación del euro al cerrar la sesión en 432 puntos básicos ya que, a pesar de los cambios políticos en Italia y Grecia, persiste la desconfianza hacia los países periféricos de la Unión Europea.

Los inversores optaron un día más por reducir sus posiciones en renta variable, con lo que la Bolsa española cayó un 2,15 %, al tiempo que se deshicieron de deuda periférica, provocando que la rentabilidad del bono español a 10 años cerrara en 6,11 %.

Ese alto interés, que previsiblemente condicionará las próximas subastas del Tesoro español, contrasta con el de la deuda alemana, que cayó hasta 1,78 % por la fuerte demanda de los inversores, y amplió el sobrecoste de comprar bonos españoles en vez de germanos.

Además de la rentabilidad de la deuda española, también subió con fuerza la de los bonos italianos, y en menor medida la de griegos, belgas, austríacos e incluso franceses, y por tanto, la prima de riesgo de todos estos países respecto a Alemania.

Los mercados de deuda y renta variable celebraron tímidamente y sólo al inicio de la sesión la marcha del magnate de la comunicación Silvio Berlusconi del Gobierno italiano y el nombramiento del ex comisario europeo Mario Monti como primer ministro del país transalpino.

Se interpretaba así que aplaudían en parte el cambio de líderes, al igual que días atrás parecían haber hecho cuando Lukás Papadimos tomó las riendas de Grecia.

Sin embargo, apenas dos horas después de la apertura de los parqués, una subasta de bonos a cinco años en la que Italia pagó el interés más alto desde 1997 sembró el pánico entre los inversores.

Así, la mayoría de las bolsas europeas comenzaron a desplomarse y al final de la sesión, la española fue la que más perdió, al retroceder un 2,15 %, mientras que la italiana se dejó el 1,99 % y la de París, el 1,28 %.

La bolsa de Fráncfort perdió el 1,19 %; la portuguesa, el 0,60 % y la de Londres, el 0,47 %.

n los mercados de deuda, la rentabilidad del bono italiano a 10 años cerró la sesión en el 6,70 %, con lo que el diferencial se amplió hasta 492 puntos básicos, frente a los 456 a los que cerró el viernes.

La prima de riesgo de Grecia llegó a 2.666 puntos básicos; la de Bélgica, a 281 puntos básicos y la de Austria, a 163 puntos básicos, ambas en máximos históricos.

Ni siquiera Francia se libró de la desconfianza de los inversores y el rendimiento de sus bonos a diez años se elevó hasta el 3,42 %, con lo que el diferencial se amplía hasta 164 puntos básicos.