Coren se preparará para abastecer a sus plantas en los próximos años con un modelo energético del siglo XXI. La empresa alimentaria gallega está desarrollando un plan, a través de su filial Coren Energía y las empresas viguesas Rande Solar y Fionavar, para dotar a las 70 granjas de esta cooperativa de un sistema híbrido de energía que les permita rebajar a la mitad la factura de su consumo de electricidad que, por término medio, suponen unos 75.000 euros al año por explotación. El instalar este sistema en cada una granjas rondará los 1,2 millones de euros, con lo que en todo el grupo la inversión alcanzaría los 84 millones de euros.

El primer sistema híbrido de energía que ha desarrollado Coren se instalará en una planta de Esposende, propiedad el presidente del grupo Manuel Gómez Franqueira. La firma del acuerdo con las empresas energéticas y la entidad financiera de las instalaciones –el Banco Popular– se cerró a finales de la pasada semana en Vigo. Coren Energía participa en el proyecto con un 51% mientras que Rande Solar y Fionavar con el 49% restante.

El sistema consiste en satisfacer el consumo de energía de las granjas a través de varios sistemas alternativos de energía, con la combinación de fuentes eólicas, solares, gasistas y eléctricas.

La energía producida por las dos primeras fuentes –la eólica y la solar– se almacenarían en una batería que liberaría la energía en función de la demanda de la granja. Además, como fuentes complementarais, se emplearían las redes eléctricas y gasistas convencionales.

Esposende, la pionera

En la granja de Esposende, que será la primera del grupo en tener operativo este sistema en el plazo aproximado de seis meses, se crían unas 600 cabezas de ganado porcino, entre cerdos adultos y lechones, y ocupa una superficie aproximada de una hectárea.

La potencia eléctrica instalada será aproximadamente de 150 kilowatios, de los que 100 los suministrará un molino eólico y otros 20 el parque solar, quedando los otros 30 kw dependientes de la red eléctrica externa.

La potencia generada por las líneas de energía alternativa se almacenan en una batería que es capaz de suministrar corriente durante cinco días, en casos excepcionales de falta de viento a una nubosidad intensa que rebajase o anulase estas fuentes.

El flujo de suministro está regulado por un autómata programado que elige qué tipo de fuente tiene prioridad en cada momento y en caso necesario compra energía en las redes externas.

"Este gestor de energía funciona las 24 horas del día los 365 días del año. Será el encargado de elegir qué tipo de energía es la más conveniente y económica en cada momento", señala uno de los técnicos consultados.

Ahorro

A parte de las ventajas medioambientales que supone la implantación de energías alternativas, el tema económico cobra en este caso una especial relevancia. En el proyecto se contempla que la amortización de cada instalación en un período de cinco años.

"Hay que decir que el Banco Popular se ha implicado a fondo en este proyecto y ha abierto una línea especial de crédito para que los cooperativistas de Coren puedan instalar este sistema híbrido en sus explotaciones", explica el técnico.

Además de la electricidad este sistema emplea el gas como fuente de calor, ya que los lechones durante sus primeras semanas de vida necesitan una temperatura constante de 28 grados centígrados. El calor se produce a través de un sistema de cogeneración que vuelca la energía eléctrica que produce de nuevo a la red.

El proyecto impulsado por Coren Energía, Rande Solar y Fionavar utiliza equipos de procedencia española, alemana y austriaca.

La granja de Esposende podrá tener en funcionamiento sus sistemas de energía híbrida dentro de seis meses. A partir de ese momento se iniciarán la expansión a las 69 granjas de la cooperativa restantes, aunque será cada uno de sus gestores quien finalmente decida si se suma o no la proyecto.

"Las granjas generarán el 50% de la energía que consuman en lo que se puede consideran como una tarifa plana, ya que el precio que la energía que reciban no tendrá aumento de tarifas", señala el técnico.

Coren Energía, Rande Solar y Fionavar afirman que este proyecto que nace en el grupo alimentario gallego va a tener un largo recorrido en otras instalaciones de este mismo tipo en toda Europa.

"El gasto de energía anual es muy elevado y tiene un peso significativo en el precio final del producto. Si se consigue un ahorro en la cadena de producción, los productos que salgan al mercado serán más competitivos", consideran los expertos.