Vigo volverá a ser hoy la capital internacional del atún. Más del 90% de los países productores de túnidos se darán cita en la V Conferencia Mundial del Atún, Vigo 2011, para abordar la situación actual de este recurso pesquero y proponer medidas que garanticen su sostenibilidad. Con este propósito, la industria europea, liderada por la española, tratará de convencer a las autoridades para que todas las empresas que vendan atún en la UE cumplan las mismas reglas de juego (desde la extracción a las exigencias higiénico-sanitarias durante el procesado o las condiciones laborales de los empleados), para evitar el colapso del mercado europeo.

"Lo que pretendemos evitar es una competencia desleal a nivel mundial", resume Juan Manuel Vieites, secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos (Anfaco) y portavoz de Eurothon, que representa a la flota atunera europea. La industria española debatirá la posibilidad de establecer un marco global de actuación con empresas de países competidores como Tailandia, Malasia, Estados Unidos, Ecuador, México, Filipinas, Seychelles, Taiwán o República de Corea, entre otros, así como con organismos como la FAO (la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU) y la Comisión Europea.

El principal caballo de batalla de la industria atunera europea es la firma del Acuerdo de Partenariado Económico con el Pacífico, que permite las importaciones de países como Papúa-Nueva Guinea al mercado comunitario sin aranceles. Al abrigo de esta decisión, las grandes multinacionales asiáticas ya se han establecido en este país, donde están construyendo grandes macrofactorías de procesado de atún y desde donde exportan directamente a la UE.

El sector español argumenta que las firmas asiáticas pueden pescar en cualquier caladero con menores controles y luego procesar el atún en Papúa-Nueva Guinea. También avisa de que las condiciones higiénico-sanitarias en el proceso del pescado son peores que las suyas y que el coste de la mano de obra es mucho menor, por lo que resulta imposible competir en precios. Todo esto hace que la entrada de latas de atún del Pacífico pueda acabar desvirtuando el mercado comunitario.

Según el Gobierno de Papúa, las tres factorías asiáticas en construcción en este país tienen capacidad para procesar tanto atún como se comercializa al año en la UE, entre 800.000 y casi un millón de toneladas. Vieites recuerda que el mercado europeo del atún es el más grande del mundo, y el que más valor aporta.

Los efectos del acuerdo económico de partenariado del Pacífico ya se están notando en el mercado europeo. Según un estudio independiente encargado por Eurothon, los productos de atún importados desde Papúa ya representan el 4,5% del mercado, cuando hace apenas un año no había comercialización. "Es importante que todos tengamos que cumplir las mismas normas para vender en la UE, de lo contrario habrá una desvirtuacióin del contexto de internacionalización del atún", recalca Vieites. España, con los países del sudeste asiático (encabezados por Tailandia) y EE UU, lideran la producción mundial de atún.