Algunos pesqueros salen a faenar sin contar con la tripulación mínima exigida por ley tras conseguir esquivar a las autoridades inspectoras, con lo que evitan también posibles sanciones, pero ponen en peligro a los marineros embarcados porque carecen del personal cualificado exigido y asignan tareas a tripulantes que no están preparados para desempeñarlas.

Para acabar con esta situación, los profesionales de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) instan a la Dirección General de la Marina Mercante a que intensifique la labor de control y multe a todas las embarcaciones que salgan a faenar con menos tripulantes de lo establecido o sin la tripulación correspondiente.

Los expertos en siniestros marítimos incluyen esta reclamación entre las recomendaciones derivadas del naufragio del arrastrero ribeirense "Ficha Segundo", el 15 de febrero de 2010, en el que falleció uno de los ocho tripulantes del barco.

El día del siniestro, el pesquero carecía de primer mecánico y, según el análisis de los investigadores, debió faenar así en más ocasiones puesto que la tripulación trataba al segundo mecánico como "el mecánico".

Mientras, el patrón de pesca –el segundo patrón– ejercía como patrón al mando, por encima del patrón de costa, el único con la titulación necesaria para ostentar la máxima autoridad a bordo.

Pese a que el segundo patrón carecía de la formación necesaria para mandar el "Ficha Segundo", era quien tomaba las decisiones a bordo del arrastrero y de su pareja, el "Marpar Segundo", según los marineros de las dos embarcaciones.

Esta actuación irregular es la que lleva también a la Ciaim a recomendar a la empresa armadora de los dos pesqueros –Martínez Pardavila e Hijos SA– que tenga en cuenta las consecuencias de que un tripulante sin la titulación necesaria tome decisiones que afectan a la seguridad del buque.

Decisión incorrecta

En el momento del siniestro del "Ficha Segundo", la tripulación embarcaba las capturas por un lateral del arrastrero y recibía por el otro costado las olas y el viento. Un golpe de mar provocó una escora irrecuperable que hizo naufragar el barco.

La decisión de subir las capturas por estribor fue del segundo patrón y los expertos creen que esta acción ponía al buque en situación de "riesgo excesivo".

Mientras, como a bordo del "Ficha Segundo" se encontraba el patrón de costa y no ejercía el mando del barco, los investigadores recomiendan a los titulados náutico-pesqueros que "sean conscientes de las consecuencias inherentes a hacer dejación de sus funciones y responsabilidades a bordo".