El astillero vigués Hijos de J. Barreras ha presentado este jueves en el Juzgado de lo Mercantil de Vigo su petición de entrar en concurso voluntario de acreedores, como "única medida" que puede "hacer posible la supervivencia de la empresa".

Fuentes de la empresa han recordado que, por primera vez desde su privatización en 1998, el astillero no tiene carga de trabajo "por causas ajenas a la voluntad de la empresa" y que tienen su origen en una crisis del sistema financiero, que afecta a todo el sistema productivo español y, en especial, a la construcción naval.

Barreras asegura que "sin los problemas derivados de la crisis financiera", tendría trabajos en curso y las gradas ocupadas, pero ha recordado que los posibles contratos han quedado "en suspenso" tras la supresión del sistema 'tax lease' de bonificaciones fiscales.

Según ha recordado, la eliminación de esta herramienta, supone encarecer el valor de la construcción de los barcos "de manera significativa", lo que aleja a los astilleros gallegos de los precios de mercado de sus competidores y hace "inviable" la construcción naval en España. "Con lo que esto supone de pérdida de puestos de trabajo, y de desarrollo de una industria puntera en I+D, además del abandono de un sector estratégico", han añadido fuentes de la empresa.

ACLARACIONES.

La dirección de Barreras también ha querido aclarar, en relación con algunas críticas de los sindicatos --que pedían explicaciones sobre el destino de los "beneficios multimillonarios en la época dorada del naval"--, que durante estos años no ha repartido dividendos, sino que los beneficios obtenidos "se han reinvertido" en el astillero "consolidándolo como una empresa netamente gallega".

Asimismo, han mostrado su compromiso de "seguir trabajando" para garantizar la viabilidad de esta empresa, de la que dependen miles de puestos de trabajo de la industria auxiliar y que, desde su privatización, ha construido más de 45 buques por un valor de 2.700 millones de euros.

Sobre la suspensión de pagos, Barreras reitera que acudir a la ley concursal "es el único camino que puede conducir a la salvación de la empresa", y ha abogado por seguir luchando para conseguir una solución a los problemas creados tras la supresión del 'tax lease'.

A pesar de que la empresa no ha dado detalles acerca de su situación económica, el comité de personal ha confirmado que la dirección de Barreras les había reconocido una deuda de 62 millones de euros.

La empresa Clequali S.L. --que tenía contratos de limpieza con el astillero--, con domicilio social en Madrid, ya había presentado este miércoles una demanda en el juzgado de lo Mercantil de número 3 de Pontevedra solicitando que se declarase el concurso necesario contra la empresa Hijos de J.Barreras, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).