Los datos científicos confirman las dificultades que este año está encontrando la flota pesquera para capturar sardina. Y es que los científicos del ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar, por sus siglas en inglés) reunidos esta semana en el centro vigués del Instituto Español de Oceanografía (IEO) para evaluar el estado de las pesquerías de la sardina y la anchoa han concluido que el stock de sardina en la costa atlántica –desde el Golfo de Cádiz al de Vizcaya– se ha visto reducido de forma "considerable y preocupante"en los últimos meses, según avanzó a este diario Isabel Riveiro, investigadora del centro oceaonográfico vigués que participó en la reunión científica y que evitó ofrecer datos cuantitativos de tal reducción a la espera de que superaran el control de calidad por parte de revisores del ICES.

Ahora será el comité científico del organismo internacional quien, conforme a tales datos, elabore sus recomendaciones –se harán públicas el próximo día 16 de julio– a la Comisión Europea (CE) de cara a adoptar las medidas más adecuadas para la gestión de la pesquería.

Ante la reducción constatada y haciendo valer el principio de precaución para la protección del recurso, no es descartable que pudieran establecerse limitaciones de capturas o incluso el cierre de la pesquería, como ya ocurrió hace cinco años con la anchoa del Golfo de Vizcaya. En la actualidad la pesca de sardina no está sujeta a cuotas, en la UE aunque Portugal limitó voluntariamente sus capturas.

"Los resultados de nuestra campaña [de los investigadores españoles] coincidieron con los de la portuguesa" para evaluar tanto la situación de los adultos como de los huevos y se constató "una fuerte disminución" de la especie, señaló Riveiro, quien precisó que "es la tendencia lo que se evalúa". La investigadora precisó también que, en paralelo, los datos de capturas "son bastantes estables y eso es llamativo y puede ser incluso más peligroso" para la especie.

Mientras, el análisis de la situación de la anchoa del Cantábrico –pesquería que permaneció cerrada cinco años, hasta 2009, ante la mala situación del recurso– arroja datos mucho más optimistas, según se constató en la reciente reunión de los científicos del ICES en Vigo.

Así lo explicó Riveiro, quien señaló que los datos aportados por los científicos franceses de su campaña de investigación confirman la mejoría constatada por los investigadores españoles, del instituto vasco Azti Tecnalia en la campaña Bioman y que había concluido con un aumento del 278% de la biomasa de anchoa en el último año.