Alarma injustificada, metedura de pata, daño irreparable o la puntilla que le faltaba al sector. Tales calificativos son algunos de los expresados ayer por los portavoces del sector pesquero gallego y español y de la industria conservera –radicada en Galicia en su mayor parte– ante la publicación de un informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan) en la que se recomienda a embarazadas y las que están en período de lactancia evitar el consumo de pescados azules grandes como pez espada, tiburón, atún rojo y lucio, que también deberían evitar los menores de 3 años y limitar su consumo a 50 gramos por semana los niños de 3 a12 años.

El director de Aesan, Roberto Sabrido, precisó ayer que el motivo de tal recomendación es que el mercurio se acumula en la grasa de estos pescados y podría afectar a "los consumidores con organismos más sensibles", como niños y embarazadas. Ambos colectivos, según Sabrido, pueden comer sardinas, anchoas o caballa con toda tranquilidad. "En estas edades, por ejemplo, se podrían consumir 100 gramos de atún en lata a la semana", indica. Mientras, "para los demás consumidores se aconseja comer pescado azul y tomar entre tres y cuatro raciones por semana, alternando con pescado blanco.

Otra de las recomendaciones de la Aesan es limitar el consumo de la carne de la cabeza de los crustáceos –gambas, cigalas o carabineros– para reducir la exposición al cadmio, metal que puede causar disfunción renal y que se acumula en la cabeza de estos animales.

El tercer consejo –ajeno al pescado– es no incluir espinacas ni acelgas en los purés de los niños menores de un año.

Desde el sector pesquero, asociaciones de palangreros como Anapa y Arpoan ya se dirigieron a la secretaria general del Mar, Alicia Villauriz, y al FROM para que trasladen a la ministra Rosa Aguilar el malestar de la flota espadera por esta recomendación de la Aesan y exigiendo que "el Gobierno responda inmediatamente en términos científicos y ponga esta alarma injustificada en sus justos términos", según trasladó el director gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, José Ramón Fuertes.

Mientras, desde Espaderos Guardeses su gerente, Conchi Ortega, se mostraba indignada con el informe de Aesan, que amenaza con una bajada de consumo y recibe como la "puntilla contra el sector productor". Ortega precisó que "no entendemos por qué ahora este estudio y esta alarma injustificada cuando en el pez espada según la legislación europea los niveles ya son diez veces inferiores a los más bajos que podrían producir efectos perversos" y recordó informes de FAO y OMS que señalarían que "el posible riesgo siempre es inferior a las ventajas del consumo".

En los mismos argumentos incide la patronal pesquera Cepesca, quien ayer pidió "tranquilidad" al consumidor de pescado y exigió a la Aesan que rectifique sus recomendaciones.

Por su parte, la patronal conservera Anfaco, por boca de su portavoz, Juan Manuel Vieites, reaccionó con indignación a este informe de Aesaa y recordó que este sector cumple "escrupulosamente" la normativa sobre presencia de metales pesados en los alimentos y que no utiliza atún rojo en sus conservas. Además, recuerdan que la Aesan acota la problemática al atún rojo del Mediterráneo y en fresco, congelado y fileteado, preparaciones a las que la conserva es "totalmente ajena" al elaborar sus productos con túnidos tropicales del Pacifico, Indico y Atlántico y "totalmente alejados de esta problemática".

Tras la polémica suscitada, la ministra de Sanidad, Leire Pajín, lanzado este jueves un mensaje de tranquilidad a los consumidores, asegurando que pueden comer "con todas las garantías" tanto pescado azul, como crustáceos u hortalizas de hoja verde, como las acelgas y las espinacas, pues sus beneficios están "fuera de toda duda" y no existe ninguna prohibición o alerta sobre ellos.