La empresa viguesa Baliño ha firmado el mayor contrato de su historia con una eléctrica panameña, para la que fabricará dos turbinas hidráulicas para una central hidroeléctrica por cuatro millones de euros. Este contrato consolida a la auxiliar del naval presidida por José García Costas en el mercado de las turbinas, que este año representará ya el 60% de su facturación. Las máquinas tienen una envergadura de más de ocho metros y una potencia de 5 megavatios.

El plazo de entrega de las turbinas es de dieciocho meses, pero las primeras piezas se transportarán ya el próximo agosto. Solo los generadores pesan 55 toneladas cada uno. Las máquinas, modelo Kaplan, han sido contratadas por una empresa panameña cuyo mayor accionista es el grupo granadino Cuerva, especializado en el sector eléctrico, que está construyendo una central hidroeléctrica en la provincia panameña de Chiriquí, alimentada por el río Fonseca.

Se trata del segundo trabajo realizado por Baliño en Panamá (ya había fabricado tres turbinas modelo Francis de 1.700 kilovatios). Según explica Ramón Prego, director gerente de la empresa viguesa, Baliño ha salido al extranjero ante la parálisis que padece el negocio de las minicentrales hidroeléctricas en España por las "presiones" ecologistas, que han frenado las inversiones. "Los gobiernos se están retrayendo de dar concesiones en los ríos en España", lamenta.

Roll-Royce

Baliño es la única empresa española que fabrica sistemas propulsivos para barcos y desde los años ochenta es el mayor proveedor de la compañía Roll-Royce en el sector marítimo. La firma dio el salto al negocio de las turbinas en 1990, y desde entonces ha fabricado más de 55 máquinas con una potencia total instalada de 60 megavatios, aproximadamente. Hasta hace unos años, el negocio naval representaba un 85% de su facturación, pero la crisis de este sector ha invertido esta tendencia.

"Este año las turbinas ya serán un 60% de la facturación", apunta Prego, que reconoce que el sector naval todavía no se ha recuperado. Baliño prevé un volumen de negocio para el presente año de 12 millones de euros, una cifra "mala" en comparación con otras épocas, lo que ha obligado a la empresa a prorrogar este año el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado en 2010, y que ha permitido mantener los 65 puestos de empleo que tiene en Coruxo.

Baliño se ha adjudicado también dos de las tres turbinas sacadas a concurso últimamente por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDEA). Es la única empresa gallega que se dedica a la fabricación de estas máquinas, y es la cuarta mayor firma en España tras las multinacionales Andritz, Alstom y Voith Hydro. Hasta hace tres años, Baliño ofertaba turbinas de hasta 5 megavatios, pero ha ampliado su capacidad hasta los 15, según apunta Prego.

Cuando se inició en el sector, en los noventa, Baliño utilizaba la tecnología de la firma sueca Undenäs. Hoy en día, esta empresa ya pertenece al grupo vigués, que mantiene la marca comercial Undenäs Turbin Teknik.