La elite empresarial española disfruta de unos sueldos astronómicos, a los que habría que añadir aportaciones a planes de pensiones y jubilación. La mayoría de las empresas mantienen en secreto las retribuciones de sus máximos dirigentes, que solo se conocen a través de los datos que aportan a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y, en el caso de las entidades financieras, al Banco de España.

El ranking de los ejecutivos mejor pagados lo encabeza el expresidente de Amadeus, José Antonio Tazón, con más de 10 millones de euros anuales. Amadeus es una empresa que basa su negocio en su desarrollo informático de reservas de viajes. El Sistema de Distribución Global (SDG) de Amadeus tiene la red de distribución internacional más extensa del mundo. La compañía fue creada por una alianza entre Air France, Lufthansa, Iberia L.A.E., y Scandinavian Airlines System. Tazón cobró más de 10 millones de euros con motivo de la salida a Bolsa de la compañía.

El segundo ejecutivo mejor pagado es el consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, que percibe al año 9,18 millones, mucho más que el presidente de la entidad Emilio Botín que gana 3,86 millones.

El tercer dirigente de empresa mejor pagado es el presidente de Telefónica, César Alierta, con 8,6 millones en efectivo y en acciones, lo que le convierte en el directivo del sector de las telecomunicaciones mejor pagado de Europa. La compañía fue privatizada en enero de 1997 por el Gobierno de José María Aznar. La empresa es la primera de España por beneficios; el año pasado ganó más de 10.000 millones, pagó a su primer directivo 6,6 millones en efectivo, dos en acciones, dietas de 300.000 euros por presidir la compañía y 100.000 euros más por ser miembro de la comisión ejecutiva. Por su trabajo como directivo obtuvo 2,23 millones, retribución que está en el nivel del resto de los principales directivos de las grandes empresas como los de Iberdrola o Repsol.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, obtuvo una remuneración de 6,97 millones, mientras que Francisco Luzón del Banco Santander recibió 5,67; el presidente del BBVA, el gallego Francisco González, alcanzó el pasado año los 5,32 millones; tras él está Matías Rodríguez Inciarte, con 5, 06 millones; el presidente de Repsol, Antoni Bufrau, con 4,2 millones y Emilio Botín, con 3,86 millones de sueldo, una cantidad pequeña si se compara con los ingresos que percibe anualmente por sus acciones tanto en el propio banco que preside como en otras compañías.

En estos ingresos de los grandes ejecutivos españoles no entran las aportaciones a los planes de pensiones. Por ejemplo, el presidente de Telefónica acumula un fondo de pensiones de 6,6 millones, una cantidad pequeña si se compara con los que tiene suscritos los directivos de financieros como Alfredo Sáenz (86,6 millones) o el presidente del BBVA, Francisco González (79,9 millones)

Lo que cobran los ejecutivos gallegos es un poco más difícil de conocer al detalle, entre otras cosas porque las entidades comunican el total que perciben los altos cargos de las empresas y entidades financieras y no personalizan los ingresos de cada uno.

Así, el equipo de alta dirección de Novacaixagalicia –según informa a la CNMV– ganó en 2010 un total de 4,56 millones de euros, lo que representa un 14,7% menos que el año anterior. Cada ejecutivo de esta alta dirección recibiría un salario medio de 380.000 euros. Además, se computan otros 2,77 millones para pensiones y seguros.

La cúpula dirigente de Inditex, Amancio Ortega, el consejero delegado, Pablo Isla, y el secretario del consejo de administración, Antonio Abril, percibieron 4,3 millones. Se sabe que Ortega cobra anualmente 600.000 euros, a los que hay que sumar el beneficio de sus acciones, que en el último ejercicio ascendieron a 435 millones. Con lo cual, Isla y Abril se reparten 3,7 millones. En total, los veinte miembros que componen la cúpula directiva del grupo textil Inditex se distribuyen anualmente 10,9 millones en sueldos.

Por su parte, el presidente del Banco Pastor, José María Arias, y el consejero delegado, Jorge Gost, comunican unos ingresos conjuntos de 1,6 millones anuales. En el caso de la constructora San José, sus once altos cargos directivos se embolsan un total de 4 millones de euros, lo que supone una media de 367.000 euros.

Los otros altos directivos gallegos que cobran grandes retribuciones en función de su cargo son el presiente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa; el presidente de Zeltia, José María Fernández de Sousa o Adolfo Domínguez, que en todos los casos superan los 600.000 euros anuales de sueldo, además de los beneficios –si los hubiere– de las acciones que tienen en sus respectivas compañías.

La mayoría de las grandes empresas españolas hacen caso omiso, salvo contadas excepciones, de las recomendaciones del Banco de España sobre moderación salarial. En el caso del sector financiero, Bruselas ha lanzado estos días una seria advertencia a España para que ponga freno a las subidas de sueldos de los ejecutivos de bancos y cajas. Solo en lo que se refiere a esta últimas, los miembros de alta dirección así como los integrantes de los consejos de administración percibieron 131,3 millones de euros bajo distintos conceptos retributivos en toda España.