Las empresas con empleo "sumergido" y no declarado tendrán hasta agosto para regularizar a sus empleados que estén trabajando "en negro". El plan contra el empleo sumergido que el Gobierno aprobará hoy presumiblemente por decreto –lo que supondrá su entrada en vigor en cuanto se publique en el BOE– incluirá un plazo de tres meses para que las empresas "se pongan al día". Una vez transcurrido este tiempo, se endurecerán las sanciones contra quienes empleen a personas irregularmente y sin cotizar por ellas a la Seguridad Social, explicó ayer el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.

El Ministro sostuvo que el plan no pretende tanto mirar qué han hecho las empresas en el pasado como ayudarlas a regularizar su empleo para que generen ingresos para la Hacienda Pública y la Seguridad Social. Pero negó que se vaya a conceder una amnistía. Lo que se hará será "ayudar" a las empresas a aflorar empleo sumergido de forma voluntaria, mediante "incentivos selectivos" en forma de aplazamiento de las deudas contraídas con la Seguridad Social, por ejemplo, de seis meses a un año. Además, los empleados que compatibilicen el cobro del desempleo con trabajos por cuenta propia o ajena podrán perder la prestación.

El presidente del colectivo de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, señaló ayer a FARO que este plan será "ineficaz" debido a que las empresas no se atreverán a regularizar a su personal "en negro". Éste explicó que cuando una compañía quiera aflorar el empleo sumergido se va a encontrar con un problema tributario, ya que "generan ese dinero ocultando cuentas al fisco". "Por eso no va a funcionar", razonó. Mollinedo destacó el peso que el fraude laboral tiene en comunidades como Galicia, la tercera en el ranking nacional, debido a la mayor incidencia en el producto interior bruto (PIB) de la comunidad de los sectores tradicionales (agricultura y pesca), la hostelería y la construcción.

Por otra parte, el Gobierno está convencido de que la Encuesta de Población Activa (EPA), que se difundirá hoy no alcanzará la cifra de cinco millones de parados. Esta es la opinión tanto de Elena Salgado, ministra de Economía, como del titular de Trabajo, Valeriano Gómez. Éste, en todo caso, admitió que la cifra será muy elevada. Y la vicepresidenta Salgado aseguró que el número actual de desempleados ya es "inasumible, incluso sin contar con los datos de la EPA".

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, confía en que el turismo mejore los datos del paro en los próximos meses. La tasa de desempleo hay que verla con "perspectiva" de cara a los meses de verano, sostuvo Rosell.

La cifra de parados en Alemania registró en abril un descenso de 37.000 personas, lo que deja el total de desempleados en 2,97 millones, el número más bajo desde junio de 1992, según los datos ajustados a las variaciones de calendario publicados por la Oficina Federal de Empleo.