Gas Natural Fenosa cierra los grupos I y II de la central térmica de Sabón, instalaciones con treinta años de antigüedad que obligarán a la empresa a prescindir de la mitad de los 85 trabajadores empleados en el complejo, en el que permanecerá activo el ciclo combinado de la compañía eléctrica. La medida, que salió publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado, fue aprobada el 28 de octubre pasado por el Ministerio de Industria y comunicada a la plantilla a finales del año pasado.

Desde entonces hasta ayer, 15 trabajadores abandonaron la central a través de jubilaciones, prejubilaciones y traslados a otros centros de producción "próximos", según explicó José Vázquez Rocha, presidente del comité de empresa, quien calcula que en los próximos dos años el empleo se reducirá hasta los 40 empleados que precisa el ciclo combinado de gas que se mantendrá en funcionamiento. La media de edad de la plantilla es "bastante alta", según el comité, aunque hay trabajadores de menos de treinta años, como los que entraron en la planta hace tres años para el ciclo combinado.

Unión Fenosa (antes de la fusión con Gas Natural) preveía construir un nuevo ciclo combinado en la misma planta que sin embargo actualmente está descartado, según la plantilla. El cierre se produce por la propia edad de la central –que con 30 años, tenía prácticamente agotada su vida útil– y por el desarrollo de energías renovables y otras fuentes mucho menos contaminantes que el fuel que empleaba el ciclo de fuel.

La autorización de Industria, se produjo después de que el Ministerio recibiese los informes favorables del área de Industria y Energía de la Subdelegación del Gobierno y de Red Eléctrica de España, al entender que la clausura de los ciclos "no tendrá incidencia significativa en la seguridad del sistema y en la garantía del suministro eléctrico".

Pero a Gas Natural Fenosa le queda un duro trabajo por delante. El gobierno le concede un plazo de dos años para desmantelar, al menos parcialmente, los ciclos de fuel. El proceso será complejo, comenta Vázquez Rocha, porque los depósitos de la central contienen miles de toneladas de fuel, que actualmente se han solidificado y exigirán una operación de gestión medioambiental.