El titular del Juzgado Mercantil número 3 de Pontevedra, con base en Vigo, ordenó a través de un auto, la apertura de la fase de liquidación del grupo conservero Alfageme, dado así por cerrado el proceso concursal instado por la propiedad. La orden judicial está fechada el 4 de marzo aunque fue expedida a las partes a partir del día 7.

En este auto judicial se hizo constar que solo hubo una propuesta de los propietarios de Alfageme, la familia Lago, que fue desestimada por presentarse fuera de plazo.

Tras la comunicación de este auto judicial al concursado se abre un plazo de quince días para estudiar propuestas de liquidación de los activos. En este período pueden presentarse ofertas de otros grupos conserveros que estén interesados en hacerse con las instalaciones y las marcas del grupo conservero liquidado. Hubo ya varias empresas del sector dispuestas a quedarse con los centros de trabajo y la marca.

La decisión del juez de abrir la fase de liquidación de los bienes y derechos del grupo conservero ha llevado a anular la junta general de acreedores que había sido convocada para el 27 de abril.

Cabe recordar que durante el proceso concursal solo se presentó una propuesta de la empresa para recuperar la actividad conservera con un plan de viabilidad que tuvo el apoyo de todas las partes, pero que finalmente no llegó a hacerse efectivo por requerir de un impulso económico que no logró reunir el propietario.

Las trabajadoras de las cuatro plantas de Alfageme, en Vigo, O Grove, Ribadumia y Vilagarcía de Arousa, fueron sometidas en un principio a un expediente de regulación temporal de empleo, pero cuando se acabó el máximo legal, el juez Mercantil determinó la extinción de todos los contratos laborales. Contra este auto, recurrieron los representantes sindicales de CGT, por lo que los despidos aún no son firmes.

Las delegadas del sindicato CGT iniciaron unas medidas de presión para reivindicar el mantenimiento de sus empleos y el reinicio de la actividad en Alfageme, celebrando concentraciones en diferentes puntos. Una de ellas tuvo lugar hace dos semanas en Vigo, frente a la sede de la empresa Promalar, que es propiedad de la familia Lago.

Ayer las delegadas sindicales viajaron a la ciudad de A Coruña para manifestarse ante la sede del Banco Popular, una de las principales entidades acreedoras del grupo Alfageme. Las representantes de CGT no comprenden cómo se inicia la fase de liquidación de una empresa que tiene un valor patrimonial y de actividad conservera muy superior a sus deudas.