El Banco de España reclamó ayer que la reforma del sistema de negociación colectiva elimine la posibilidad de ligar la revalorización de los salarios a la inflación, ya que supone un "residuo y un obstáculo" para el ajuste de la economía española en tiempos de crisis.Así lo indicó el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, que dijo que los convenios colectivos "no permiten la suficiente flexibilidad en los salarios" y los agentes sociales deben negociar el contenido de esta reforma, que "será sustancial".

También señaló que un nuevo sistema de negociación colectiva favorecerá el crecimiento y hará la economía más flexible y alabó la "estrategia reformista" del Gobierno tras el pacto social firmado con los interlocutores sociales.

En su opinión, la economía española aún está rodeada de un contexto "hostil de difícil salida", por lo que "la única manera de salir es dando un paso adelante decidido y ambicioso" en el ámbito de las reformas laborales, de las políticas activas y del sistema financiero, precisó. También pidió una mayor moderación salarial y criticó que en plena crisis cuando el PIB caía, los salarios crecieran al 4% debido a que se habían activado las cláusulas de revisión salarial pactadas en el pasado. Añadió que España es el único país de la zona euro que mantiene la revalorización de los salarios ligada a la inflación, y señaló que "la mayor parte de los países europeos se lo ha quitado de encima", ya que es un "residuo y un obstáculo para el ajuste de la economía española".

Malo de Molina insistió en que la recuperación en España será lenta ya que la situación aún es "muy delicada", aunque precisó que las reformas emprendidas han abierto una vía de confianza de la economía a los mercados internacionales que hace una semanas "amenazaban" los avances conseguidos. Apuntó que la crisis de deuda soberana que hizo que los mercados desconfiaran de España se produjo sobre todo por el incremento del déficit y del paro, que pusieron al país "en la diana en un momento muy complicado".

Por sdu parte, el secretario de Acción Sindical de CC OO, Ramón Górriz, advirtió de que recurrir a la productividad como indicador del salario en España es un "ejercicio de imaginación poco práctico" si se tiene en cuenta "la escasa transparencia y fiabilidad" de un índice, el de productividad, sin referencia oficial. "Además de un disparate, es un ejercicio de inmoralidad que se quiera imponer a los trabajadores la pérdida de poder adquisitivo, vinculando productividad y salarios, mientras persiste la opacidad de la actividad económica y se improvisan por el Gobierno tasas de inflación imaginarias", dijo el dirigente sindical. Górriz, denunció que los que "están orquestando" esta campaña de asociar salarios a productividad desprecian a los millones de trabajadores que, por no disponer de cláusula de revisión, han visto cómo sus salarios perdieron mucho poder adquisitivo en 2010.