Empresas, universidades y administraciones públicas españolas están empezando a apostar por proyectos que persiguen el desarrollo del potencial energético marino del país, sobre todo de las olas y de las corrientes marinas. Geográficamente, las iniciativas se localizan fundamentalmente en Galicia, País Vasco, Andalucía, Asturias y Cantabria, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

El aprovechamiento de las energías marinas está en una etapa relativamente temprana de desarrollo en comparación con otras fuentes renovables, lo que unido a las características intrínsecas del mar, hacen que aún no se haya impuesto una tecnología concreta.

En el caso de España, la energía de las olas y de las corrientes –esta última en el sur de la península– son las que cuentan con más posibilidades de explotación en el futuro.

Sin embargo, la segunda opción está "muy limitada" por las fuertes restricciones derivadas del intenso tráfico marítimo de la zona y su valor ambiental.

El camino hacia la competitividad de la industria energética marina se ve marcado por la disparidad de tecnologías, sin que hasta la fecha se pueda saber cual se desarrollará favorablemente en términos energéticos, económicos y medioambientales, según el IDAE.

En Europa, el Reino Unido, Noruega, Portugal y España son los principales países donde se están desarrollando tecnologías para el aprovechamiento de la energía de las olas (undimotriz),

Dentro del territorio nacional, diversos prototipos han comenzado ya a probarse en distintas zonas, con el objetivo de que en unos años la fuerza del oleaje se pueda convertir en una fuente de energía más.

Una de las principales iniciativas está en el País Vasco, donde se ultima el primer proyecto de aprovechamiento de energía de las olas sobre la construcción de un nuevo dique en Mutriku (Guipuzcoa), con una potencia total de 300 kW.

En Cantabria, Iberdrola Energías Marinas ha hecho un prototipo de una boya de 40 kW, ubicado a tres kilómetros de la costa de Santoña, y en Galicia, existe un proyecto de desarrollo tecnológico nacional PIPO SYSTEM basado en un cuerpo flotante unido a un depósito sumergido.

Otro ejemplo es el proyecto de cooperación pública y privada Ocean Lider, aprobado en 2009 y en el que participan 20 empresas y 25 centros de investigación y universidades, con un presupuesto de treinta millones de euros y una subvención superior a catorce millones.

Su objetivo principal es el desarrollo de tecnologías para el aprovechamiento óptimo de la energía de las olas.

Enorme potencial

Un recurso energético de enorme potencial reside en la energía cinética contenida en las corrientes marinas, que proporcionan un flujo energético constante y predecible, a diferencia de otros sistemas. Su origen está ligado, entre otras causas, a diferencias de temperatura o de salinidad, a las que se añade la influencia de las mareas.

En España, hay puntos estratégicos para el aprovechamiento, como el Delta del Ebro y el Estrecho de Gibraltar. Entre estas iniciativas figura un proyecto de investigación y desarrollo en Galicia, realizado a tres bandas entre la Xunta, la empresa Gamesa y la Universidad de Santiago, para estudiar la energía producida por las corrientes submarinas en esta comunidad.