La subida de los impuestos que gravan el tabaco y el encarecimiento de los carburantes provocaron en diciembre un aumento de siete décimas de los precios armonizados –medidos igual en todos los países de la zona euro–, que cerraron el pasado año con un repunte del 2,9%, la tasa del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) más alta registrada desde octubre de 2008, mes en el que se situó en el 3,6%. De coincidir el dato adelantado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con la inflación general (IPC), que se conocerá el 14 de enero, supondría un aumento de seis décimas en los precios de la cesta de la compra, que en noviembre registraron una tasa interanual del 2,3%. La evolución de los precios se produce en medio de un panorama de estancamiento en el consumo y de debilidad en la economía y reducirá todavía más el poder adquisitivo de los españoles.

El dato de diciembre es importante además porque servirá para actualizar los salarios en caso de que tengan cláusula de revisión salarial en su convenio colectivo.

El Gobierno esperaba que la inflación siguiera por encima del 2% en los próximos meses, después de que el IPC se mantuviera en noviembre en el 2,3% en tasa interanual. Eso sí, advirtió de que las principales variaciones que se observarían en el índice de precios en el futuro vendrán marcadas por la evolución de los componentes menos estables del IPC, como la energía. Los expertos consultados también esperaban este repunte como consecuencia de la política fiscal del Gobierno y la evolución de los precios energéticos, aunque al margen de estos dos factores puntuales no ven tensiones inflacionistas en la economía española.

El IPC armonizado, que sirve después a Eurostat para incorporarlo al cálculo del índice de inflación en la UE, proporciona un avance de cómo evolucionaron los precios en España durante el mes de diciembre. Su publicación responde a la política de Eurostat y del Banco Central Europeo (BCE) de ofrecer datos equiparables en tiempo y calidad a los producidos en EE UU. El indicador adelantado se calcula utilizando el mismo procedimiento que el empleado para el Índice de Precios de Consumo Armonizado, pero utilizando diversos métodos de modelización estadística para estimar los datos de los que aún no se dispone en el momento de su publicación.

El INE advirtió de que la información que proporciona el indicador adelantado es únicamente orientativa, por lo que no tiene que coincidir necesariamente con el dato definitivo, que se dará a conocer el 14 de enero.

Los tipos impositivos que gravan el tabaco fueron incrementados a principios de diciembre entre el 24 y el 50%, y el precio medio del barril de petróleo Brent se encareció el mes pasado un 7% respecto a noviembre y casi un 23% frente al mismo mes del año anterior.

La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) espera que el IPC acabe 2010 en el 2,8 %, un nivel que su director de coyuntura económica, Ángel Laborda, considera preocupante en una situación de estancamiento económico. Subrayó que no se trata de un proceso inflacionista de la economía, sino la consecuencia de medidas puntuales puestas en marcha por el Gobierno, que implican que el Estado "se queda con una mayor parte de la renta nacional, lo que resta poder adquisitivo a los consumidores". Más preocupante le parece el alza del petróleo, porque en este caso la transferencia de renta "se va al exterior" y disminuye no solo el poder adquisitivo de los consumidores, sino también de las empresas y las administraciones públicas.

El Instituto Flores de Lemus, de la Universidad Carlos III, considera que la tasa de inflación general cerrará el año en el 3% y se mantendrá en ese nivel hasta marzo o abril de 2011. El coordinador del boletín sobre inflación de Flores de Lemus, Emiliano Carluccio, aseguró que el alza de los precios generado por el endurecimiento de la política fiscal puede perdurar uno o dos años más. A pesar de la subida reciente del IVA y el tabaco, Carluccio cree que los impuestos indirectos siguen en España por debajo de los existentes en las principales economías europeas, por lo que considera que hay margen para nuevos incrementos, que traerían consigo brotes inflacionistas. Resaltó sin embargo que el indicador subyacente de inflación –que excluye el precio de la energía y los alimentos frescos– sigue siendo "muy débil", por lo que si no hay nuevas medidas fiscales el IPC podría situarse en 2012 en el entorno del 1%. Destacó que hay otros factores que están empujando la inflación al alza, como la finalización de las ayudas públicas para la compra de automóviles o el encarecimiento a nivel internacional de las materias primas para el sector de la alimentación y el manufacturero.

El dato del IPCA fue saludado con críticas por algunos grupos de la oposición, como Izquierda Unida y CiU.