La Xunta confirmó ayer la aparición de un brote de nemátodo del pino en el municipio pontevedrés de As Neves y ha puesto en cuarentena un radio de veinte kilómetros a la redonda, en el que queda prohibido el transporte y las cortas de madera sensible a esta plaga (todas las variedades de pino). El Bursaphelenchus xylophilus, más conocido como nemátodo de la madera del pino, es un gusano microscópico que surgió en Norteamérica y apareció por primera vez en Europa en 1999 en Setúbal (Portugal). Tiene estatus legal de organismo nocivo reconocido por la Unión Europea (UE) y en apenas veinte años ha logrado extenderse por todo el territorio luso. En 2008 saltó por primera vez a España, en Extremadura, y ahora se estrena en Galicia.

La Consellería de Medio Rural, de acuerdo con las normas comunitarias y españolas, ha tomado las primeras medidas para contener el brote, detectado en las parroquias de Tabuexa y Leirado, en As Neves, a raíz de una serie de prospecciones llevadas a cabo a lo largo de toda la frontera con Portugal, país en donde este nemátodo ha arrasado buena parte de sus pinares. El departamento que dirige Samuel Juárez comunicó el brote al Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, con el objetivo de colaborar en la erradicación de la plaga.

"Estamos haciendo todo lo posible para neutralizar el origen del riesgo y evitar que la plaga se propague", garantizó ayer José Álvarez Robledo, director xeral de Producción Agropecuaria de la Xunta. El plan del Gobierno gallego fija dos áreas de seguridad en torno al foco: en la primera zona (A) ya se están realizando labores de erradicación de todas las especies arbóreas sensibles a este gusano, tanto si están afectadas como no, en un área de 1.500 metros alrededor del foco. En la segunda zona (B), de un radio de 20 kilómetros, se realizará una labor de eliminación de aquellos árboles susceptibles de ser atractivos del insecto vector Monochamus, dificultando su posible propagación.

En ambas zonas, según explicó la Xunta, se tomarán muestras para identificar si hay otros árboles enfermos. Robledo informó de que el próximo lunes técnicos de su departamento y del Ministerio de Medio Ambiente mantendrán una reunión en Santiago para analizar la situación. "Todavía no hemos decidido cómo se van a erradicar las árboles cortadas, si habrá una quema o si con un astillado de esa madera será suficiente", señaló. Robledo añadió que al detectarse el foco en invierno la propagación es menos probable.

De todas formas, y dentro del protocolo de actuación de la Xunta (publicado ayer en el Diario Oficial de Galicia), se inmovilizan cautelarmente los movimientos de madera de las empresas radicadas en las zonas A y B, y se prohiben las cortas hasta que las autoridades determinen las medidas sanitarias oportunas. También queda prohibida la salida de plantas, madera, embalajes y residuos de madera sensibles sin los controles oficiales que certifiquen que están libres de esta plaga.

Según Robledo, la zona de erradicación ronda las 700 hectáreas, de las que menos de la mitad están arboladas. Y los concellos incluidos en la zona demarcada de 20 kilómetros están –además de As Neves– Salvaterra, Mos, Ponteareas, Arbo, A Cañiza, Mondariz-Balneario, Mondariz, Salceda de Caselas, O Porriño, Covelo, Crecente, Fornelos de Montes, Pazos de Borbén, Redondela, Tui, Melón y Vigo.

Los trabajos de erradicación conllevarán la tala de árboles, el tratamiento de los tocones y la regeneración de pendiente, así como la muestra de los árboles talados y la prospección adicional de plantas sensibles. Según la Xunta, la mayoría de los propietarios de los terrenos afectados ya han sido identificados, y recibirán una compensación económica. "La Xunta, la autoridad sanitaria nacional y Bruselas deberán colaborar en la financiación de la erradicación de la plaga", apuntó Robledo.

Enfermedad "seca"

El nemátodo del pino es el causante de la denominada enfermedad seca o decaimiento súbito del pino, llegando a generar la muerte de los árboles infectados. Para transmitirse de un árbol a otro precisa de lo que se denomina un vector, un agente transmisor, que en este caso es un escarabajo (Monochamus). Este insecto apenas puede desplazarse unos 3 kilómetros en edad adulta, por lo que el mayor peligro para la propagación de la enfermedad lo constituyen los movimientos comerciales de la madera.