A la industria auxiliar de la comarca de Vigo se le han encendido todas las luces rojas. Considera que ha llegado el momento de actuar con todas sus fuerzas para enderezar una situación que califican de crítica. Esta misma semana un centenar de empresarios del sector han celebrado un encuentro en la sede de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) en el que decidieron crear un "comité de crisis" para cortar la sangría de la pérdida de puestos de trabajo que se está registrando.

El primer objetivo es aunar fuerzas para intentar salvar 1.500 empleos que corren el riesgo de desaparecer en seis meses. Hace apenas un año, el sector, compuesto por 280 empresas, contrataba a 10.500 trabajadores y en apenas dos años ha perdido 6.000. De los 4.500 empleos que todavía se conservan, un total de 400, se encuentran afectados por un ERE en lo que va de año, a los que hay que sumar un importante número de contratos eventuales.

El principal problema con que se encuentra la industria auxiliar es la falta de pedidos en los astilleros. El "comité de crisis" reconoce que la cartera firmada en los primeros seis meses del año "no es suficiente ni siquiera para mantener el empleo". Señala que al margen de Cardama, Freire y MetalShips, que consiguieron cuatro nuevos contratos, en su conjunto, el resto de los astilleros gallegos "tienen su contador a cero" en lo que va de año.

La industria auxiliar se ha visto fuertemente golpeada por las situaciones vividas en los astilleros M.Cíes, Factoría Naval de Marín, Factorías Vulcano y por el ERE que estudia plantear Barreras en las próximas semanas.

Asime señala que las administraciones están actuando sobre los astilleros, con aportaciones de avales y otras acciones de apoyo, mientras que la industria auxiliar está desapareciendo por inanición. El portavoz de la patronal del metal, Enrique Mallón, afirma que la escasez de la demanda no es el único problema sobre el que hay que actuar, sino que también hay que hacerlo para facilitar el crédito y las líneas de avales.

"A esto –añade Mallón– se une la incertidumbre en el cobro de los trabajos realizados en las industrias tractoras [astilleros] que han pasado de un plazo de 120 días a 180 y de ahí a 220 días y hay muchas auxiliares que nos manifiestan que no saben cuándo van a cobrar sus trabajos".

Desde el "comité de crisis" se cree que "todavía hay tiempo de reaccionar" para lo que emprenderá acciones conjuntas y demandará el apoyo de las Administraciones para que esta actividad pueda sobrevivir en espera de que los astilleros cierren nuevos contratos.

Desde Asime se mantiene la esperanza de que "se produzcan acciones de apoyo emulando la situación de otros países con la industria naval donde disponen de ayudas públicas o fiscales".

Contratos

El portavoz de Asime asegura que la esperanza del sector es que de aquí a final de año se cierren nuevos contratos, sobre todo en los grandes astilleros que son los que más carga de trabajo derivan a las empresas auxiliares.

"La contratación de nuevas construcciones en los próximos meses, que por ahora es más un deseo que una realidad, nos permitiría por lo menos mantener el empleo actual. Ese es nuestro objetivo aunque creemos que no es fácil".

Asime achaca la caída en picado de las contrataciones a la crisis mundial pero también a la feroz competencia que realizan los astilleros asiáticos, aunque quiere recordar que "ciertos movimientos de protesta que han tenido lugar este año han ayudado a dañar la imagen del sector".

El "comité de crisis" se propone también que los trabajadores que puedan estar abocados a regulaciones puedan acceder a cursos de formación.