Luis Pazos Franco (Padrón, 1949) trabaja, y casi vive, para evitar el fraude fiscal en Galicia. Pero no el de las pequeñas equivocaciones, sino el grande, el que denomina de guante blanco. Otra de sus preocupaciones es trasladar a la opinión pública el trabajo que está realizando la Agencia Tributaria contra el fraude y el narcotráfico.

-Empecemos por una fácil. ¿Qué cara le pone la gente cuando dice que es el delegado de Hacienda en Galicia?

-Ninguna en especial. Es un trabajo como otro cualquiera que está asumido por la sociedad. Hay un viejo tópico que puede dar a entender que la labor de Hacienda es mal recibida, pero en general no es así. Todos los ciudadanos comprenden que tiene que haber una hacienda pública que recaude los fondos necesarios para desarrollar todas las actuaciones que un estado moderno desarrolla.

-¿Los amigos le piden algún consejo para poder defraudar?

-No, para nada

-Entonces, yo tampoco se lo pregunto.

-Mejor que no. En serio, no hay una fórmula para defraudar. El fraude fiscal es un fraude a la sociedad, no es un fraude a la Agencia Tributaria. Además tiene un coste desde dos puntos de vista. El primero es que mucha gente se vanagloria de que no se le pilla, pero cuando ocurre no lo dice. En algunos casos, el fraude llega a ser de un volumen tan grande que tiene que pasar por un juicio como un delincuente. Hay miles de contribuyentes en Galicia que todos los años se ven obligados regularizar vía inspección y eso no lo cuenten.

-¿Y el segundo coste?

-El de la conciencia limpia y tranquila. La persona que defrauda de una manera consciente -no el trabajador que deja de declarar ciertos rendimientos- tiene el coste de que está defraudando a la sociedad. Un defraudador tiene que tener la conciencia muy ancha, y si la tiene para esto la tiene para todo. Pero yo creo que ya nadie presume de que defrauda porque sabe lo que le puede pasar y porque la gente ya no se lo acepta.

-En otros países se pagan más impuestos y sus habitantes tienen la sensación de que son necesarios, aquí aún no se ha llegado a eso. ¿Por qué?

-Es importante trasladar a los ciudadanos lo que se está haciendo. En esto está la Agencia Tributaria en los últimos tiempos. No creo que haya una percepción distinta que en el resto de Europa. Ya llevamos muchos años en democracia y la opinión pública sabe que es indispensable pagar impuestos para que se realicen los servicios públicos. -Campañas como ‘Hacienda somos todos’ de los años 80 ayudaron a que esa percepción mejorase.

-Seguro. Eso fue más necesario hace muchos años en los que la falta de experiencia en relación al pago de los impuestos en España era evidente por razones históricas. En aquel momento era muy necesario trasladar esos cambios que se habían producido y ese papel que juega la sociedad en la hacienda pública. Yo creo que eso ya está asumido por la ciudadanía.

-Entonces, ¿qué es lo que le importa ahora?

-Que la sociedad tenga el convencimiento de que la lucha contra el fraude es el objetivo prioritario de la Agencia Tributaria, que nuestros mayores y mejores recursos, el 85%, los dedicamos a luchar contra el fraude, pero no contra el pequeño fraude de las pequeñas equivocaciones o de los pequeños errores que puedan tener los contribuyentes, sino el fraude importante, el blanqueo de capitales, el narcotráfico, el fraude de alto nivel, el llamado de guante blanco. Ese es nuestro principal objetivo.

-¿Los gallegos son diferentes al resto de los españoles cuando defraudan?

-No hay grandes diferencias en relación a los contribuyentes, al tipo de fraude o al tipo de organizaciones. Donde hay un efecto diferenciador es en el blanqueo de capitales y que, a menudo, está relacionado con el narcotráfico y el contrabando.

-Por cierto, ¿sabemos cuántos ricos hay en Galicia?

-Sí que lo sabemos, pero yo no dispongo de esos datos.

-Recientemente ha aparecido una información que aseguraba que los asalariados y pensionistas gallegos declaraban 7.700 euros más que las pymes.

-La verdad es que a veces se manejan de una forma no muy adecuada cifras u opiniones que no se corresponden con la realidad. Sin embargo, parece que en toda España, no solo en Galicia, el nivel de renta media de las pequeñas empresas está un poco bajo. En este momento de crisis tampoco nos debiera extrañar. Pero en definitiva, este es uno de los elementos que forman parte de los procedimientos de lucha contra el fraude: comprobar las empresas y sus niveles declaraciones de renta.

-La recaudación fiscal es uno de los mejores termómetros para comprobar el estado de la economía. ¿Empiezan a haber brotes verdes?

-En la comunidad la recaudación ha crecido casi el 14% a 30 de junio. Está mejorando de una forma significativa y parece que va a ser irreversible. También hay que decir que el año pasado fue un ejercicio malo.

-Un tema espinoso. ¿Los equipos de fútbol de la comunidad tienen un trato fiscal diferente al resto de sociedades?

-No. Tengo que decir categóricamente que no. Los equipos de fútbol, o las sociedades deportivas en general, tienen, desde el punto de vista fiscal, el mismo tratamiento. Todas las empresas requieren un tratamiento individualizado y cuando tienen dificultades tenemos que darles aplazamientos y hay que llegar a acuerdos con ellas para que puedan seguir funcionando. Ese es el mismo criterio que aplicamos a las sociedades deportivas.

-Pero esa no es la percepción que se tiene.

-Lo que sí es muy importante, y enlaza con lo que hablamos antes de la percepción que tiene la sociedad, es que hay que trasladar que tienen el mismo trato los equipos de fútbol o las sociedades deportivas que el resto de empresas. En Galicia todas las sociedades deportivas están en una situación de legalidad. Muchas sociedades deportivas, no sólo los dos clubes de fútbol más importantes, tienen unos aplazamientos concedidos. Las que tenían deudas las están reduciendo por vía de aplazamientos y otras ni lo necesitan. Pero sí que es importante decir que en todas las sociedades deportivas, como en todas las empresas, si no cumplen con sus obligaciones puede haber una responsabilidad de los administradores.

-¿Cómo es eso?

-Si una sociedad entra en quiebra no queda así la cosa. Hacienda no se conforma con eso. Se hace una auditoría del comportamiento de los administradores y si resulta que no son diligentes, ya no digo fraudulentos, con Hacienda derivamos las responsabilidades, sino puede pagar la empresa, contra los administradores. Así son ellos los que tienen que hacer frente a las deudas que dejó la firma. También con las sociedades deportivas. No hay ninguna diferencia con el resto de empresas. En 2009 hemos hecho más de 270 derivaciones de responsabilidad. Hay 270 administradores que están o van a estar haciéndose cargo de las deudas que han dejado en sus compañías. Esto es importantísimo. La opinión pública lo que ve es que desaparece una empresa y a partir de ahí no se sabe lo que ocurre, pero nosotros sí.

-Da la sensación de que les falta vender mejor sus logros

-Es lo que tal vez la sociedad no percibe claramente, porque, por otra parte, no podemos dar determinados datos porque estamos sujetos a la confidencialidad. Y no siempre se traslada adecuadamente a la sociedad el trabajo que estamos haciendo. Si bien recientemente, aquí en Galicia, han salido noticias muy interesantes con respecto al narcotráfico o el blanqueo de capitales.

-¿Por ejemplo?

-Estamos desmantelando redes de narcotraficantes históricas, que ya quedan muy poquitas en Galicia,. Vamos a acabar con todas, con la ayuda de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. También estamos teniendo éxitos en la lucha contra el fraude de alto nivel.