El presidente del PP, Mariano Rajoy, abogó ayer por una mayor flexibilización del mercado laboral, reducción de la presión fiscal y despolitización de las cajas de ahorros. Este recetario, síntesis de su propuesta económica, lo desveló ante una amplia representación empresarial en el Fórum Europa.

La gran puesta de largo de la propuesta económica del líder de la oposición fue elogiada por el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán. Faltaron sin embargo los presidentes de los dos mayores bancos (Santander y BBVA), que delegaron en sus consejeros delegados; el de la mayor caja (La Caixa) y los de otras grandes compañías, como Telefónica y Repsol. Entre los asistentes estuvo Rodrigo Rato (Caja Madrid) y muchos constructores.

Indicó que su partido es favorable a una rebaja de cinco puntos en el Impuesto de Sociedades, especialmente para las pymes, y del IRPF para los autónomos y reiteró su rechazo a la subida del IVA.

Rajoy consideró "inaceptable" la congelación de las pensiones, aunque se mostró "dispuesto a hablar" de la ampliación de la edad de jubilación.

Aseguró que la reforma laboral que ha aprobado el Gobierno no es "una verdadera reforma", sino tan solo "una serie de parches de dudosa eficacia". Abogó por sustituir la negociación colectiva sectorial por otra dentro del ámbito de la empresa, y permitir "más facilidad" a las empresas para descolgarse de los convenios en caso de necesidad. Rajoy abogó también por garantizar el derecho del trabajador a la formación continua.

También consideró necesario una regulación clara, sencilla y aplicable de la extinción de los contratos (el despido) porque su inexistencia provoca un freno a la creación de empleo estable y estimula una litigiosidad elevada, que también contradice el objetivo de crear empleo de calidad. Rajoy opinó que el decreto de reforma laboral no clarifica la indemnización de los 20 días.