La difícil situación económica de Portugal va a afectar de lleno a Galicia. Las relaciones comerciales entre la comunidad gallega y el norte luso se han intensificado en los últimos años de tal manera que han pasado a considerarse como un mercado doméstico. Standar & Poor´s rebajó el pasado miércoles la solvencia de la deuda portuguesa de "A+" a "A-", con lo que los intereses que se aplican a los créditos y emisiones lusas volvieron a subir.

Los analistas y empresarios gallegos temen que la gripe financiera portuguesa contagie a buena parte de las empresas gallegas que tienen en el país vecino su principal cliente. Algunos expertos consideran que si Lisboa no toma medidas inmediatas para corregir el déficit público, la situación puede derivar en una nueva tragedia griega.

Sin embargo, los empresarios gallegos que tienen empresas en el Norte de Portugal y los especialistas en la Eurorregión coinciden en que los ciudadanos portugueses viven en un ambiente de crisis desde hace una década y al que parece que se han adaptado. "Se ha incorporado al lenguaje coloquial de nuestros vecinos una especie de resignación con la situación de crisis en la que viven", afirma Alberto Rocha, que en su condición de director general del Clúster de la Industria Textil de Galicia mantiene una estrecha relación con empresarios portugueses.

Destaca, además que esta especie de resignación "ha mejorado desde que los portugueses se desayunan cada día con algún nuevo dato negativo sobre la economía española, de forma que la situación se comenta habitualmente con mucho sentido del humor y altas dosis de ironía".

Los gallegos, sin embargo, se toman la situación de manera muy distinta. "En Galicia existe una fuerte resistencia a asumir la situación de las cuentas públicas, que se refleja, por ejemplo, en atacar al mensajero, como es el caso de Standar & Poor´s", señala Rocha.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño, uno de los mayores defensores de las relaciones económicas de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal destaca el descalabro financiero que supone que uno de los dos socios pueda entrar en una situación económica complicada. "La economía gallega puede verse en una situación muy complicada si Portugal entra en barrena como lo hizo Grecia. Esta situación podría afectar de lleno a nuestro desarrollo futuro y a la caída de inversiones a ambos lados del Miño".

Fernández Alvariño sostiene que Vigo debe liderar el futuro de la Eurorregión, ya que, de tener problemas la economía portuguesa, se verían en peligro proyectos de futuro tan trascendentales como el Ave Vigo-Oporto, la creación de nuevas plataformas logísticas o la articulación de un sistema portuario de la fachada atlántica del sur de Europa.

Propone para ello la creación de un ente empresarial entre Galicia y el Norte de Portugal con el objetivo de liderar el comercio de la UE con Sudamérica. "Estamos en las mejores condiciones de ser la puerta de entrada y salida de los productos de países tan importantes como Argentina o Brasil", que son hermanos de gallegos y portugueses.

Los empresarios gallegos asentados en el Norte de Portugal aseguran también que la situación de crisis se arrastra desde hace años. Los que han abierto plantas en los polígonos industriales lusos reconocen que la crisis interna que arrastra el país apenas les ha afectado, ya que la mayoría de sus productos se destinan a la exportación.