"Es un gran activo para el grupo en plena crisis". De esta forma valora el presidente de PSA Peugeot Citroën, Philippe Varin, el esfuerzo realizado por la plantilla de la fábrica de Balaídos para adaptarse a las bajadas de producción por la crisis de ventas que sufre el sector, y que le ha valido para ser la única planta española que no ha recurrido a un expediente de regulación de empleo de suspensión.

Varin hizo estas declaraciones en dos entrevistas concedidas a la prensa económica española con motivo del Salón del Automóvil de Ginebra, y después de anunciar que PSA Peugeot Citroën y Mitsubishi renunciaban a una fusión de capital por las "malas condiciones económicas". Dentro de su plan para reflotar el grupo –perdió casi 1.200 millones de euros en 2009–, el patrón de PSA destacó la ayuda de las dos plantas españolas, las de Vigo y Madrid.

"Puedo decir que las dos factorías hacen un trabajo excepcional al ser las más flexibles de la empresa en unos momentos tan difíciles. Valoro positivamente esta flexibilidad que es un gran activo para el grupo en plena crisis", declaró Varin al periódico económico Expansión.

El Economista también recoge otra entrevista con el presidente del consorcio galo. Preguntado por el recorte de plantilla sufrido en Vigo en los últimos dos años, Varin responde: "Vigo ha sido nuestro mayor sitio productivo y Madrid se ha especializado en productos de nicho, como el Peugeot 207 Coupé Cabrio. Es una estrategia acertada, que garantiza la estabilidad en nuestros centros españoles".

Varin destaca que PSA mantiene su objetivo de "ser más global", aunque aparca por el momento una posible alianza con otro grupo automovilístico. En este sentido, confirma su apuesta por los mercados emergentes, sobre todo China y los países del Mercosur, además de Rusia. Respecto a la evolución del mercado en España, para el conjunto del año prevé una "pequeña subida, con un primer semestre muy bueno y un segundo, sin incentivos, no tan bueno".