La flota española inició ayer la campaña de la anchoa tras casi cinco años de cierre de la pesquería en Golfo de Vizcaya para favorecer la recuperación de la especie.

Precisamente, para evitar que los caladeros vuelvan a pasar por dificultades, la organización de defensa de los mares Oceana hizo un llamamiento para que se realicen controles estrictos de las capturas.

La flota española ha comenzado la explotación de unas reservas "seriamente deterioradas y que se encuentran por debajo de los límites de precaución establecidos", según Oceana, que se basa en los últimos informes científicos y advierte de que "hay muchas posibilidades de que la pesquería tenga que volver a cerrarse".

El levantamiento de la veda fue acordado por el consejo Consejo de Ministros de la UE del pasado diciembre con un límite de capturas de 7.000 toneladas.