Iberia ha anunciado públicamente que lamenta los inconvenientes que la huelga puede ocasionar y asegura que hará "todo lo posible para minimizar su impacto".

Para contrarrestar las consecuencias de haber cancelado 430 vuelos por la huelga de 48 horas de los tripulantes de cabina, la compañía ha flexibilizado las condiciones de las tarifas para facilitar los cambios a los clientes que tengan que volar esos días.

De esta forma, los pasajeros con billetes para los vuelos afectados podrán solicitar cambios de fechas o reembolsos hasta el próximo 15 de noviembre, con una validez para el nuevo billete, en su caso, hasta el 31 de marzo de 2010.