Iberia ha llamado a la responsabilidad de los sindicatos CTA y SICTPLA ante la huelga de 48 horas de los tripulantes de cabina, que comienza mañana y supone la cancelación de unos 400 vuelos.

La huelga afectará especialmente a las conexiones de Madrid con Andalucía, Comunitat Valenciana, País Vasco, Asturias, Galicia y Barcelona, y en Europa, con Lisboa, París, Londres, Bruselas y Fráncfort.

En su última nota de prensa colgada en su pagina web, Iberia "lamenta" que, cuando la crisis económica está afectando "tan severamente" al sector aéreo y a la economía en general, los citados sindicatos soliciten subidas salariales "incompatibles" con la situación de la empresa.

La compañía afirma que sigue intentando evitar este paro y hace un llamamiento a la responsabilidad de los sindicatos convocantes para que definitivamente no se produzca. Por su parte, ambos sindicatos, que cuentan con 13 de los 23 delegados del Comité de Empresa, dijeron a Efe que convocan esta huelga ante la "reiterada negativa" de la dirección de la aerolínea a firmar el convenio colectivo.

También precisaron que su intención es la de "negociar hasta el último minuto" y que siguen esperando gestos de acercamiento de posiciones por parte de la Dirección.

A pesar de las cancelaciones, el paro, según Iberia, no afectará a los vuelos operados por Vueling, Iberia Regional/Air Nostrum y otras compañías en código compartido, ni los que unen la Península con las Islas Canarias y Baleares, ni prácticamente ninguno de las rutas de largo radio de la aerolínea española.

La compañía informó de que ha decidido flexibilizar las condiciones de las tarifas para facilitar los cambios a los clientes que tengan previsto volar esos días.

Al conocerse la convocatoria de paro, que contará con una segunda jornada los días 10 y 11 de noviembre, Iberia señaló a Efe que no entendía la iniciativa porque las negociaciones "siguen abiertas" y que la empresa lo que pretende es negociar un convenio a largo plazo, y "no sólo por cuatro meses".