La empresa viguesa Ganomagoga ha desembarcado con fuerza en Brasil, uno de los mercados más rentables de este año junto al chino y al indio. Esta misma semana inició la producción de torres eólicas en su nueva planta de Recife, en el Estado de Pernanbuco, en la que se fabricarán hasta 500 unidades anuales. En las nuevas instalaciones, de 150.000 metros cuadrados de superficie, de ellos 15.000 cubiertos, se invirtieron 30 millones de euros.

En esta fase inicial de puesta en marcha –las primeras torres ya han salido de la planta– da trabajo a 40 personas pero en el plazo de un año se espera que el número de empleos ascienda a 200, que se sumarán a los 350 que la compañía tiene en sus instalaciones en España

La nueva sociedad, denominada RM eólicas, está participada por el grupo burgalés Gonvarri que hace un año adquirió el 80% de las acciones de Ganomagoga a dos de los tres fundadores de la empresa que estaban al frente. El tercero, Cándido González, actual director general, mantiene una participación del 20%.

La compañía contaba hasta ahora con cuatro centros de trabajo en Vigo, Ponteareas, Carballiño y Zamora y ahora se le suma el de Recife. La entrada de Gonvarri ha permitido a Ganomagoga emprender su expansión internacional.

La elección de Brasil como ubicación de la nueva planta estuvo determinada por la estratégica situación de los terrenos donde se asienta, un polígono situado muy cerca del puerto de Suape, uno de los más modernos del país.

Ganomagoga considera que Sudamérica será una de las zonas en donde crecerá más la instalación de parques eólicos. La demanda la liderará Brasil, pero también existen mercados en países como Argentina, Uruguay y Chile.

La apuesta de Ganomagoga se ha visto reforzada por la puesta en marcha en ese país del Plan Proinfa (Programa de Incentivos de las Fuentes Alternativas de Energía Eólica). Alrededor del 15 de diciembre, el Gobierno de Lula da Silva abrirá un concurso para la construcción de parques eólicos con una potencia de entre 2.000 y 2.500 megavatios, lo que supondrá la construcción de entre 1.500 y 2.000 torres, dependiendo de la potencia de los generadores.

A este concurso se han presentado un gran número de empresas que solicitan una potencia total instalada de 13.000 megavatios. Es decir, casi siete veces la que se licita.

Este plan brasileño quintuplica el puesto en marcha por la Xunta de Galicia, a los que habría que añadir los de los países limítrofes en el área sudamericana.