La Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos acordó ayer la creación de la figura del facilitador financiero, un instrumento con el que se dota al Instituto de Crédito Oficial (ICO) para ayudar a autónomos y pequeñas y medianas empresas a acceder a la financiación de las entidades de crédito. Así lo anunció Elena Salgado, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, que también adelantó que los prejubilados de banca podrían ser quienes pongan en marcha esta propuesta, que se extiende hasta el año 2011.

Con la medida, que tendrá un coste inicial de 10 millones de euros, el Ejecutivo pretende atender las dificultades de acceso a la financiación que están teniendo proyectos empresariales “viables, rentables y solventes”, al verse afectados por las especies circunstancias del mercado financiero.

Este nuevo instrumento se pondrá en marcha antes de final de año y se prolongará hasta 2011, aunque Salgado adelantó que si funciona se podría prolongar aún más. Su principal cometido será canalizar las solicitudes de crédito de las pymes y autónomos por importe máximo de 2 millones de euros que realicen a las entidades financieras y que hayan sido rechazadas en primera instancia. Según Salgado, se estima que inicialmente se gestionen unas 200.000 peticiones a través de esta nueva figura.

Funciones

Las funciones principales de esta figura serán, por un lado, mejorar la comunicación entre la empresa y el sector financiero y, por otro, asesorar a la empresa en la tramitación del crédito, así como revisar los expedientes de crédito denegados.

Salgado explicó que los interesados en acceder a los servicios del facilitador financiero podrán hacerlo electrónicamente o por teléfono, entrando en su página web o llamando al call- center. Para ello, tendrán que cubrir los datos de un formulario que permitirá valorar si la solicitud se ajusta a los requisitos establecidos o si el proyecto presentado es viable, en cuyo caso será admitida a trámite y deberá aportar los documentos que acrediten su situación. Este facilitador financiero sólo trabajará con aquellas entidades que hayan suscrito un convenio de colaboración con el ICO. En caso de que la entidad que rechazó la operación no tenga firmado el convenio, se requerirá al cliente la elección de otra entidad que sí lo tenga. Así, el facilitador mediará con la entidad, estudiará la posibilidad de encajar la solicitud en alguna de las líneas abiertas por el ICO para facilitar liquidez a las empresas y trasladará al cliente la respuesta final.

Para estas nuevas tareas, el ICO dispondrá de mayor infraestructura con la creación de una aplicación informática y un call- center que canalizarán las solicitudes, y una central de análisis de riesgo.