El naval vigués ya ha definido su propuesta para el Gobierno ruso, que anunció el pasado mes de septiembre en Vigo su intención de construir 500 pesqueros hasta 2020 para modernizar su flota y reactivar el sector pesquero. Los astilleros interesados en el proyecto –Vulcano, Freire, Armón, Metalships y Polyships–, a los que se suman ahora Barreras y Cardama, ofrecen diseñar y fabricar en la Ría los primeros veinte buques de esa serie de 500, que se utilizarán como modelos para el resto de embarcaciones.

El Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, a través de su responsable en Rusia, José Luis Paz Escudero, actuará de mediador entre las empresas viguesas y el Gobierno y los armadores rusos en el viaje que los astilleros realizarán a Moscú a principios del próximo mes de noviembre.

Directivos de los siete astilleros se reunieron ayer en Vigo para consensuar su oferta. Ésta baraja construir una veintena de barcos de diferentes modalidades (atuneros, arrastreros congeladores, palangreros) cuyo valor podría superar los 600 millones de euros, según el sector, aunque esa cifra puede variar en función del tipo de barco y la negociación con los armadores rusos. La Xunta, a través de la Consellería de Industria, ha trasladado a Aclunaga su apoyo a la misión.

"En principio planteamos construir entre quince y veinte barcos, pero si sólo conseguimos la mitad para nosotros ya sería un todo un éxito, tal y como está el sector", argumentan desde Metalships.

En la reunión de noviembre, los astilleros vigueses se reunirán con un nutrido grupo de armadores que faenan en los caladeros del Far East (al norte de Corea), y que han recibido licencias de pesca para los próximos diez años, contrato que les permite acometer importantes inversiones a medio plazo.

En el diseño y la construcción de estos buques modelo participarán ingenieros rusos, que trasladarán después los conocimientos a sus propios astilleros. La delegación rusa que visitó septiembre la Feria Mundial de la Pesca, con el presidente de la Agencia Federal de Pesca a la cabeza, ofreció a los astilleros vigueses la posibilidad de construir parte de su futura flota pesquera, además de terreno y ventajas fiscales para asentarse en la zona de Kaliningrado.

Rusia quiere que de esos 500 pesqueros, el 90% se construyan en su territorio, y el resto en astilleros españoles, alemanes y noruegos. En una reunión con el responsable ruso, Andréi Kraini, el naval vigués ya le manifestó la posibilidad de hacer en Vigo los barcos prototipo para su futura flota pesquera, ya que los astilleros descartan instalarse en Kaliningrado pese a sus ventajas económicas y el ofrecimiento de suelo gratis.

El propio Kraini, en una entrevista exclusiva con FARO, valoró positivamente la oferta del naval vigués y aseguró que el Gobierno ruso tiene fondos suficientes para financiar esos primeros prototipos. El resto tendrá que negociarse con los armadores.

La desintegración de la antigua URSS cesó prácticamente la actividad rusa en los océanos, dejando obsoleta una flota compuesta por más de 4.000 buques. El Kremlin se ha fijado como objetivo recuperar el esplendor de la antigua flota soviética a través de un ambicioso plan de inversiones con garantías estatales. La recuperación del sector pesquero ha pasado incluso a ser una cuestión de salud, ya que el consumo de pescado por habitante ha pasado a 11,6 kilos al año, cuando los médicos recomiendan mantenerlo en 23,7 kilos.