Pese al acuerdo firmado en Madrid el pasado mes de abril entre los gobiernos español y francés –coincidiendo con la visita de Nicolas Sarkozy– para acelerar la puesta en marcha de las autopistas del mar, el proyecto Atlántica todavía no ha tenido "luz verde" en el Congreso de los Diputados.

La candidatura gallega sigue pendiente de su tramitación para poder optar al cobro de los 15 millones que obtendrá la línea por parte del Gobierno español, que se completarán con otros 15 que tendrá que dar el ejecutivo francés. El Congreso debe validar el documento de cooperación entre el puerto de Vigo y los de Nantes-Saint Nazaire y Le Havre.

Las autopistas del mar de Vigo y Gijón fueron aprobadas el pasado 27 de febrero en París, y son dos de las cuatro que la UE prevé operar en la fachada atlántica. Una vez se supere el trámite en los respectivos gobiernos, la documentación sobre estas líneas requiere del visto bueno de la UE.

La primera piedra de este proyecto se puso en julio de 2006, cuando entró en vigor el Acuerdo Internacional entre los dos países. En el documento se rubricó el compromiso de constituir una comisión intergubernamental para que elaborase una propuesta de selección de varios planes para la ejecución de la autopista del mar.

Infraestructuras

Por parte de la Autoridad Portuaria de Vigo, la adjudicación de la cabecera marítima obligó a la puesta en marcha de varias infraestructuras como el silo para vehículos de Bouzas –en construcción– y el estudio para una nueva rampa de buques ro-ro, así como la preparación de espacios portuarios.

La magnitud del proyecto también obligó a coordinar todas las administraciones –Aduanas, Guardia Civil– que puedan mejorar la logística.