El nerviosismo a bordo del atunero vasco Alakrana se hace patente cuando se cumple el decimoquinto día de cautiverio por parte de un grupo de piratas somalíes. Los propios marineros se mostraron ayer inquietos y desanimados ante la demora de la liberación. Pablo Costas, natural de la localidad nigranense de Panxón y vecino de Gondomar, preguntó ayer a su esposa, Silvia Albés, sobre los motivos de la tardanza de las autoridades en resolver el asunto.

El teléfono sonaba pasadas las ocho y veinte de la mañana en casa de Silvia Albés. Era Pablo y decía que estaba bien, que los piratas les siguen tratando correctamente. Pero la calma que pretendía transmitir a su mujer enseguida se volvió ansiedad cuando le comunicó que los asaltantes se habían llevado todas sus pertenencias y las de sus compañeros. "Estamos con lo puesto", le decía.

El marinero comenzó a preguntar enseguida qué pasaba en España con el Gobierno y con la compañía armadora, por qué tardaban tanto en terminar las negociaciones y por qué seguían allí después de dos semanas. "Yo no sabía qué decirle. Si le dijese la verdad, se desanimaría todavía más", explicaba Silvia tras la conversación con su marido. Así que trató de transmitirle tranquilidad y le indicó que "se lo tomase con calma, que están trabajando para liberarlos y que esperaba verle muy pronto". La mujer recuerda que los tripulantes tienen el Playa de Bakio, que vivió seis días de secuestro, como referencia "y por eso contaban que esto se resolviera rápido".

El desánimo llevó a Pablo Costas al llanto cuando preguntó a Silvia por sus hijas. "Estaba llorando. Si nosotros estamos angustiados aquí, podemos imaginarnos cómo estarán ellos", indicaba la esposa del pescador.

También se encontraba "bajo de moral y emocionado" Secundino Dacosta, el marinero de Cangas a bordo del atunero. Así lo encontraron su mujer y su hijo de 14 años durante los minutos de conversación con él.

Al parecer, los piratas sólo dejaron ayer a algunos de los rehenes ponerse en contacto con sus seres queridos. El resto podrían hacerlo en las próximas horas.

Mensaje de tranquilidad

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a las familias de los tripulantes del Alakrana.

En una entrevista en Cuatro, la vicepresidenta dijo entender la preocupación de las familias pero destacó que la "prioridad absoluta" del Gobierno es mantener la seguridad de los tripulantes y lograr que vuelvan a casa sanos y salvos. Para ello, apuntó, el Ejecutivo está "redoblando" los esfuerzos políticos y diplomáticos en colaboración con la inteligencia de otros países en el marco de la operación Atalanta, de la UE.

Mientras, piratas somalíes capturaron ayer un portacontenedores con bandera de Singapur El Kota Wajar, fue atrapado a unas 300 millas al norte de Seychelles.El buque partió de Singapur y se dirigía a Mombasa (Kenia), con una tripulación de 21 miembros.