La patronal del metal de la provincia de Pontevedra considera que las negociaciones del convenio colectivo están llegando a su fin. Su portavoz, Enrique Mallón, es optimista y cree que en la reunión que se celebrará mañana con los sindicatos “existe un 90% de posibilidades de llegar a un acuerdo”. Este convenio sectorial es el mayor que se negocia en España, ya que afecta a 2.700 empresas y 29.000 trabajadores

-Los empresarios tienen esperanzas de que mañana se de carpetazo a un conflicto que derivó en 26 días de huelga. ¿Cree que mañana podrán alcanzar un acuerdo?

-Vamos a la mesa negociadora con la voluntad de cerrar el convenio colectivo para los próximos tres años. Nuestra esperanza es alcanzar la paz social hasta finales de 2011. Todos necesitamos estabilidad y los trabajadores también mejoras laborales y salariales. Nonos levantaremos hasta que se firme el acuerdo.

-Los sindicatos les acusan de inmovilismo y de que tras dos meses de “reflexión” no han llevado nada nuevo a la mesa negociadora.

-Hemos demostrado una movilidad total. En febrero partíamos de prorrogar el convenio que había sido negociado para años de bonanza. A día de hoy la propuesta empresarial es la más alta de todo el sector metalúrgico español. Si la oportunidad de mañana se aprovecha mantendrá el convenio colectivo del metal de Pontevedra como entre los cinco mejores de de los cincuenta de España.

-¿Qué ocurriría si no alcanzasen mañana un acuerdo?

-Se va a arreglar mañana. No nos movemos en otro escenario que no sea el del acuerdo. Las empresas necesitan tranquilidad.

-¿Se resienten las empresas tras los 26 días en huelga?

-Se han perdido 1.100 millones de euros en estos meses de conflictividad y no sólo en el sector naval, sino que también se han visto afectados los talleres de reparación y concesionarios de automóviles, las empresas de estrusionados de aluminio -la provincia de Pontevedra concentra el mayor número de empresas de esta actividad en España- y los fabricantes de maquinaría.

-¿En estos meses de calma se ha recuperado la actividad?

-Para entender las dimensiones de este conflicto hay que contemplarlo no sólo desde los daños económicos, sino de la imagen en que ha dejado de la industria metalúrgica pontevedresa. La conflictividad laboral de la provincia ha sido aprovechada por nuestros competidores para hacer marketing negativo.

-Ustedes denunciaron la pérdida de pedidos en el naval.

-El naval perdió contratos y se enfrenta a multas por retrasos en las entregas. Pero esto mismo, de una forma u otra, les ha ocurrido al resto de los sectores. Lo más duro es que hemos perdido clientes que tardarán en volver, si algún día regresan.

-Los clientes exigen ahora la cláusula de “no conflictividad”.

-La mayoría de las empresas no se fían y han introducido en sus contratos esa exigencia, que sólo la pueden garantizar los sindicatos y los trabajadores. Aunque la mayoría de muestran empresas no la aceptan.

-¿Cómo se logra eso?

-Con un convenio. Creo que es una oportunidad para los trabajadores, ya que no estamos hablando de congelación salarial. Lo que ofrecemos supone el 2% para el primer año y mejoras por encima del IPC para los dos siguientes.

-Insisto, ¿y si no se acepta su propuesta?

-Lo que no vamos a hacer el próximo año es que nos pasen la factura por este convenio y por el del año anterior. Lo que quieren los trabajadores es cobrar su nómina y defender su empleo.

-¿Atisban alguna recuperación en sel metal?

-En ninguna actividad En el naval hace año y medio, salvo dos excepciones, que no contrata nada. Las reparaciones se reducirán en seis meses al 40%. A modo de ejemplo, tengo decir que dos importantes reparaciones navales se han desviado al País Vasco y a El Ecuador. Y en la automoción habrá que ver qué ocurre tras el final de las ayudas.