La automoción viguesa busca blindarse contra las huelgas del metal. La conflictividad en este sector derivada de la negociación del convenio provincial, cuya última huelga duró 26 días, ha llevado a las grandes firmas del motor a instaurar sus propios convenios, siguiendo el ejemplo de PSA Peugeot Citroën y de sus proveedores más próximos. Los últimos en salir del convenio provincial del metal han sido las fábricas del grupo Antolín (Antolín Asientos y Antolín PGA), Dytech Ensa, Laser Galicia y TI Automotive. Fuentes sindicales admiten que entre los mayores proveedores de Citroën –la mayoría con más de 200 trabajadores– sólo Gonvarri, en Marín, permanece en el convenio del metal.

Responsables del sector aseguran que la última huelga, que paralizó desde concesionarios de coches a proveedores directos de PSA, marcó un punto de inflexión. La factoría viguesa, que trabajo con el sistema de producción just in time (justo a tiempo), que elimina los stocks y la hace más vulnerable a cualquier fallo en la cadena logística, recomendó a todas sus auxiliares la negociación de un convenio colectivo propio para evitar en la medida de lo posible los efectos de las huelgas en el metal, recomendación que se ha seguido al pie de la letra.

En plena huelga, a comienzos de mayo, el grupo burgalés Antolín, uno de los grupos españoles de automoción más importantes, envió a su máximo responsable de personal para negociar con los sindicatos la implantación de un convenio propio in extremis para escapar de la huelga. Entonces se llegó a un preacuerdo para las plantas de Antolín en Vigo (Asientos) y Porriño (Perfiles Gallegos de Automoción, PGA).

Lo mismo ocurrió en Dytech Ensa, líder mundial en la producción de sistemas de recirculación de gases de escape con refrigeración (cooler), ubicada en el polígono de A Pasaxe (Vincios-Vigo), y con TI Automotive, grupo británico que produce tubos de freno, en Porriño. También en el segundo trimestre del año salieron del convenio provincial del metal empresas como Laser Galicia.

Fuentes sindicales y del sector del automóvil explican que en la actualidad más del 90% de las empresas vinculadas a la industria del automóvil ya cuentan con convenio laboral propio. Entre los proveedores de primer nivel, sólo Gonvarri, en Marín, sigue bajo el acuerdo provincial tras la salida de Dytech, Antolín y TI Automotive.

Esta industria, con PSA a la cabeza, advirtió durante la pasada huelga del metal de las graves consecuencias que la conflictividad social podría traer al sector, desde la cancelación de nuevos proyectos al deterioro de la imagen de Vigo en el exterior.

La automoción, afectada por la crisis de ventas, ha recuperado fuelle en los últimos meses, lo que ha paralizado la mayoría de los expedientes de regulación de empleo temporales presentados. Sin embargo, los sindicatos temen nuevas caídas en los próximos meses cuando se agoten las primas a la compra de automóviles.