El presidente francés, Nicolas Sarkozy, presentó ayer un paquete de medidas hacia los jóvenes, en particular la extensión a los menores de 25 años de un subsidio del que se benefician personas que trabajan, pero que tienen ingresos reducidos.

"Es profundamente anormal que un joven que ha empezado a trabajar pronto no tenga derecho al Subsidio de Solidaridad Activa (RSA), subrayó Sarkozy en la presentación de este plan, de 500 millones de euros, para justificar la ampliación del dispositivo a los menores de 25 años, que hasta ahora estaban excluidos.

El dispositivo condicionará el pago del RSA (de unos 200 euros mensuales de media) a que los jóvenes hayan trabajado al menos durante 24 meses en los tres últimos años, con lo que se calcula que hay unos 160.000 potenciales nuevos beneficiarios.

Subsidio también para los becarios

Otras de las medidas son el pago a los becarios de un décimo mes de ayudas cada año, en línea con la extensión de los cursos.

Igualmente se prevé doblar hasta 200 euros la ayuda a los jóvenes para que puedan contratar un seguro médico complementario.

Sarkozy lanzó también la idea de que las empresas financien los estudios de un joven que, a cambio, se comprometería a trabajar para esa compañía, al menos durante un tiempo hasta la obtención de su titulación.

El presidente anunció que "vamos a librar una guerra sin cuartel contra el fracaso escolar" para luchar contra el abandono de los estudios por parte de muchos jóvenes cuando llegan a los 16 años, el fin de la edad de escolaridad obligatoria. Eso se traducirá en un dispositivo de seguimiento de los estudiantes con dificultades.