Apostolos Ioannis Mangouras, capitán del buque Prestige que causó la mayor tragedia ecológica mundial frente a Galicia, espera el fin del proceso en la paradisíaca isla griega donde nació, Ikaria. A sus 74 años es un forzoso navegante en tierra que cobra una paga mensual de entre 6.000 y 7.000 euros, que el seguro del buque siniestrado le abonará hasta que se celebre el juicio por los delitos de desobediencia a las autoridades y atentado al medio ambiente y se dicte sentencia, según una información facilitada por El Mundo.

Jubilado en Grecia con más de 40 años de profesión a sus espaldas, no pudo resistir la tentación de volver a embarcar aunque fuera en el trágico petrolero monocasco cargado con 77.000 toneladas de petróleo, cuyo hundimiento en 2002 frente a las costas gallegas produjo una inmensa marea negra, que afectó a una amplia zona comprendida desde el norte de Portugal hasta las Landas de Francia, teniendo especial incidencia en Galicia. Para embarcar había validado su licencia en Chipre.

Residente en Atenas durante el invierno, pasa el verano en su isla refugio de Ikaria, y cual el mito de Ícaro espera resurgir de sus propias cenizas pues sigue manteniendo que es inocente y quetrató de salvar el barco arriesgando su vida.

Mientras él disfrutaba pescando en su pueblo natal de Karkinagri, donde apenas hay 300 vecinos, sus seis abogados, –liderados por el británico Edward Fitzerald que también tiene como cliente al etarra De Juana Chaos–, defendían sus derechos en el Tribunal de Estrasburgo. Acusan a España de secuestro por la estancia de Mangouras en prisión durante 83 días e imponerle una fianza de 3 millones de euros para recuperar su libertad provisional tras el siniestro.

El derrame de petróleo del Prestige ha sido el tercer accidente más caro de la humanidad. Así, la limpieza y sellado costó 12 mil millones de dólares, según diversa documentación, lo que supone el doble que la explosión del Challenger aunque por debajo de la desintegración del Columbia y el accidente nuclear de Chernobyl.

El sumario del Prestige que se instruye en el juzgado coruñés de Corcubión está ya cerrado y se prevé que el juicio pueda celebrarse el año que viene. El sumario, de casi 200.000 páginas, imputa solo a tres personas: el tristemente capitán Mangouras, el primer oficial, Irineo Maloto y el jefe de máquinas, Argyropoulos Nikolaos.

Hasta entonces, Apostolos Mangouras disfrutará de sus veranos en la paradisíaca Ikara y de sus inviernos en Atenas. El capitán del Prestige regresará a España para sentarse en el banquillo de los acusados ocho años después del mayor desastre ecológico español. Tendrá 75 años, claro que su isla es también famosa por la longevidad de sus habitantes ya que no es extraño que alcancen el siglo de vida.