El Gobierno estudia subir los impuestos a las rentas de capital y las plusvalías y "tocará y modificará" la deducción de los 400 euros en el IRPF, según avanzó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien garantizó que no habrá cambios en el IRPF ni en el impuesto de Sociedades, a excepción de la bajada para las pymes que mantengan o creen empleo. "Esto es en lo que estamos trabajando, tengamos prudencia y esperemos a la Ley de Presupuestos", señaló Zapatero en una rueda de prensa con el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.

El jefe del Ejecutivo detalló que el objetivo que persigue el Gobierno con estas medidas es que la presión fiscal siga en niveles "parecidos e incluso menores" a los que España registró antes de que el PSOE llegara al poder. Las rentas del capital que según Zapatero se pretenden gravar con un tipo más alto, son las que proceden de productos financieros, como depósitos bancarios, beneficios de fondos de inversión, seguros de vida o plusvalías obtenidas por la venta de acciones o de viviendas.

Al tiempo que el presidente desvelaba un nuevo dato sobre la tan traída y llevada subida impositiva, insistió en garantizar que "no tocará" los tipos del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas ( IRPF) ni el Impuesto de Sociedades. "Hemos apuntado por dónde van las premisas", indicó. El presidente del Gobierno confirmó de este modo que los cambios impositivos en los que trabajan no afectarán finalmente a las rentas del trabajo ni a las empresas, como se desprendía de las matizaciones que los miembros del Gobierno han hecho en los últimos días sobre la subida de impuestos a las rentas más altas avanzada por el ministro de Fomento, José Blanco.

"No prevemos tocar los tipos de IRPF", garantizó antes de explicar que, en un momento como el actual en el que se necesita tanto empleo, es necesario preservar las rentas del trabajo. Zapatero aseguró que sólo hay cierto espacio en el entorno de los 400 euros y en "algún otro espacio fiscal", que identificó como las citadas rentas del capital y las plusvalías. José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó este momento para reiterar que la política fiscal es un instrumento que el Gobierno debe utilizar para responder a la situación económica, sobre todo, cuando hay cambios tan bruscos como los de los últimos tiempos. En este sentido, recordó que cuando los tipos de interés llegaron al 5%, el Gobierno reaccionó con una respuesta fiscal "razonable" en beneficio de todos los ciudadanos, en referencia a la deducción extra de 400 euros en el IRPF para transferir 6.000 millones a la sociedad española.

Sobre las próximas subidas, consideró que, en una grave crisis que obliga a incrementar el gasto para garantizar la cohesión social, el Gobierno "está obligado" a pedir a una parte importante de la sociedad que haga "un pequeño esfuerzo" para ayudar a la gente que tiene más dificultades. "¿Por qué se lo pediremos? Porque es razonable", subrayó Zapatero, quien aseguró que, una vez que la economía lo permita, el Gobierno socialista volverá a bajar los impuestos.

Zapatero avanzó además que todas estas reformas previstas se aprobarán por Ley, por lo que el Parlamento jugará un papel "esencial" en este asunto, dado que el Ejecutivo necesitará el apoyo de algunos grupos de la oposición para sacarlo adelante.